Anuncios subversivos contra el consumismo
Diferentes organizaciones radicales realizan combativas campañas contra la publicidad y a favor de los derechos de los animales
Para la mayoría, las fiestas navideñas suponen compras y más compras, seguir la irresistible tentación consumidora de la publicidad. Sin embargo, para unas minorías cada vez más chillonas, las fiestas son una oportunidad perfecta para sus acciones de guerrilla antipublicitaria. En ello están los Adbusters (cazadores de anuncios) y los que piden "un tratamiento correcto a los animales", como las organizaciones People for the Ethical Treatment (PETA) y Respect for Animals.Detrás de la revista Adbusters están unos agitadores de imágenes, pertenecientes a Media Foundation, una organización con base en Vancouver (Canadá) que lucha contra el consumismo y sus excesos. Para ello, los cazadores de anuncios son aún más excesivos que los anunciantes y le dan la vuelta a todos los mensajes publicitarios, parodiando y ridiculizando su contenido y sacudiendo las cabezas, no el bolsillo, de los consumidores.
Así, han editado un calendario para 1994 con antianuncios en los que los colores de Benetton son verde dólar; el perfume Obsession de Calvin Kline es "obseso"; la botella de vodka significa "resaca absoluta", y al payaso de McDonald's le tapa la boca una pegatina con la palabra grasa.
Todo un movimiento
Lo que Media Foundation hace es antipublicidad, y sigue los mismos pasos del movimiento anticonsumista estadounidense abanderado por grupos autodenominados subversivos, como Billboard Liberation Front, en San Francisco; y Guerrilla Girls y Act Up en Nueva York y otras grandes ciudades.
Quienes piden que la gente sea tan políticamente correcta con todos los habitantes del reino animal como lo es con sus semejantes humanos son capaces de pagar anuncios para que una modelo de moda diga y demuestre que "es mejor ir desnuda que llevar pieles" y de protestar ellos mismos en cueros de Adán y Eva. En otros tiempos fueron capaces de rociar con pintura los abrigos de quienes osaban lucir pellejos de lujo. Hoy su protesta consiste en lanzar imágenes hirientes para la sensibilidad de los telespectadores.
Siguiendo la tónica de un video difundido hace pocos años en países anglosajones -con un armario de pieles sangrientas, infestadas de gusanos- se acaba de producir en el Reino Unido un cortometraje de 60 segundos, destinado a pantallas de televisión y cine.
Ha sido dirigido por el ilustrador y fotógrafo Zoltan, por encargo de la organización Respeto hacia los Animales.
Piel de zorro
Iniciado con el glamour de un anuncio de perfumes, el vídeo muestra una dama enfundada en una bellísima piel de zorro que entra en un lujoso restaurante. Al ayudarla los camareros con mil y un esfuerzos a quitarse el adorno, dama y bicho resultan despellejados.La actriz y modelo es Eugenie Vincent, quien confiesa que dejó los anuncios de pieles en 1987, aunque ganaba mucho dinero con ellos".
Su experiencia con la antipublicidad de pieles fue "espeluznante". "Con ese animal muerto sobre mis hombros me vino encitodo el mal karma, después de la filmación lo pasé fatal: vomitaba, tenía diarrea... No podía olvidar ese mal olor, ese aspecto del cadáver del animal. Realmente comprendí lo que significa llevar pieles. Este vídeo está hecho precisamente para que la gente se sienta mal".
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