La Seguridad Social cubrirá la planificación familiar, la salud mental y la ortodoncia infantil bajo control

El catálogo de prestaciones que el Sistema Nacional de Salud ofrecerá con carácter general, propuesto por el Ministerio de Sanidad, recibió ayer en Bilbao el respaldo del Consejo Interterritorial, órgano consultivo en el que están representadas todas las comunidades autónomas. La única objeción al documento la formularon los cuatro consejeros M Partido Popular, quienes estuvieron de acuerdo con el listado de prestaciones, pero no con el mecanismo previsto para introducir nuevas tecnologías. El listado de servicios obligatorios de la Seguridad Social incluye la salud mental, la ortodoncia infantil, los métodos anticonceptivos y el control médico de la menopausia. Sólo hubo un punto en desacuerdo: la fecundación in vitro.

La ministra, Ángeles Amador, negó con rotundidad que el catálogo vaya a significar "ni ahora ni en el futuro" ningún recorte: "Al contrario, estamos introduciendo más prestaciones de las que quitamos", dijo."Esto no es ningún recorte", corroboró el consejero vasco, Iñaki Azkuna. "Es una ordenación necesaria que debería haberse hecho hace 50 años en beneficio del sistema sanitario público y del propio usuario. De lo que se trata es de ordenar y fijar las prestaciones a que tienen derecho todos los usuarios y, sobre todo, evitar los abusos".

La ministra destacó que el catálogo mejora la igualdad de acceso de todos los usuarios al sistema. "Ahora hay prestaciones a las que muchos usuarios no tienen acceso porque sólo se realizan en algunos centros. A partir de ahora, todos los usuarios tendrán derecho a exigir todo lo que figura en el catálogo", dijo.

Ninguna de las prestaciones previstas en el documento elaborado por el ministerio fue discutida. En algunos puntos, sin embargo, hubo consenso en que deben definirse con más precisión. "Por ejemplo", dijo Azkuna, "introducimos con carácter general la prestación de los anticonceptivos, pero habrá que especificar si incluimos todos los métodos o algunos de ellos. Lo mismo ocurre en la atención buco-dental".

El único punto en el que no hay una decisión adoptada es la fecundación in vitro. Esta prestación no está incluida en el catálogo por falta de acuerdo. "No hay consenso sobre este punto", dijo la ministra. "Esta prestación no está ahora al alcance de todos los usuarios, pues sólo la realizan unos pocos centros. Por otra parte, es una técnica con un porcentaje de fracasos muy importante. Habrá, pues, que evaluar si se generaliza o no y en todo caso ver qué es lo que se puede incluir, porque no es lo mismo la fecundación in. vitro que la inseminación artificial".Desacuerdo del PP

Los cuatro consejeros del PP (Galicia, Castilla y León, Baleares y Navarra) expresaron al término del consejo su acuerdo con el listado de prestaciones, aunque en algunos puntos es necesaria una mayor precisión", pero mostraron su objeción total" con el sistema previsto para introducir nuevas tecnologías y procedimientos terapéuticos. "Ahora", dijo el consejero gallego, José Manuel Romay "el nuestro es un sistema sanitario abierto, que incorpora espontáneamente todas las conquistas médicas. Según el catálogo, a partir de ahora cualquier nueva técnica tendrá que ser obj9to de una autorización previa. Este es un cambio fundamental que supone el cierre del sistema a las ventajas de incorporar espontáneamente las innovaciones". En los mismos términos se expresó el consejero de Castilla y León, José Manuel Femández Santiago, a pesar de que en la Ley de Ordenación Sanitaria de esa comunidad figura un artículo en el que se indica, en términos muy parecidos a los del catálogo, que la incorporación de nuevas tecnologías será objeto de un control previo. "Tal como está redactado, el documento implica un control muy burocratizado que puede frenar el progreso médico. Ese control sólo debería aplicarse en algunas técnicas muy complejas", matizó Romay.Xavier-Trías, consejero de Sanidad de Cataluña, atribuyó la posición del PP "a una voluntad de distanciamiento político". "Es evidente que las nuevas tecnologías deben evaluarse minuciosamente antes de que su uso se generalice. Por ahorro y por seguridad del paciente".

Los sindicatos CC OO y UGT criticaron ayer el oscurantismo y precipitación con que el ministerio ha llevado la elaboración del catálogo de prestaciones, sin abrir el debate a la participación social.