La necesidad de un hombre de Estado

Si se hubiese seguido el ambicioso calendario para la Declaración de Principios, firmado con gran aparato teatral, Isaac Rabín y Yasir Arafat deberían ha.ber concluido un protocolo sobre la retirada de tropas israelíes de Gaza y Jericó el pasado lunes. Que no lo hayan hecho, y que ni un solo soldado israelí haya sido retirado, sólo favorecerá a los extremistas de Hamás y de la Y¡had Islámica. ( ... ) Los extremistas no sólo militan en el bando islámico. Los colonos israelíes de los territorios ocupados han lanzado también una violenta campaña de rechazo que no hará másque encenderse en el caso de una retirada israelí. Sin embargo, los extremistas judíos pueden ser controlados. ( ... ) A los extremistas islámicos no se los controlará tan fácilmente. Éstos no reconocen la autoridad de Arafat. Para ellos es un traidor, y muchos han abogado por su asesinato. ( ... ) El verdadero peligro viene, gran ironía, del propio Arafat. ( ... ) Su pavoneo triunfalista sobre la escena internacional ha sido una decisión gravemente equivocada, que lo ha enfrentado con gentes de su organización, con los intelectuales palestinos y con los desventurados habitantes de los campos, cuya esperanza de un futuro pacífico descansa sobre sus hombros inestables. ( ... ) El descontento con sus métodos será utilizado por los detractores del acuerdo para desacreditar el acuerdo en sí. ( ... ) La OLP necesita un estadista demócrata, no un funcionario prepotente.20 de diciembre