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El Gobierno francés da vía libre a la subvención pública de la escuela privada

Los sindicatos convocan huelga general para el viernes

El centro-derecha francés hizo aprobar ayer al Senado, casi clandestinamente -de madrugada, facilitando a la oposición la documentación correspondiente tres horas antes de empezar la sesión y retirando por sorpresa un proyecto de Ley sobre el audiovisual para substituirlo por otro sobre la financiación sobre la escuela privada-, una enmienda que abole la famosa Ley Falloux, una ley que limitaba las ayudas que puede recibir la escuela privada de los fondos públicos.

Los sindicatos de enseñanza, tanto el socialista como el comunista (FEN y FSU) han convocado a una huelga general para el próximo viernes. El Partidos Socialista ha anunciado la presentación de un recurso ante el Consejo Constitucional.El ministro de Educación, François Bayrou, se arriesga a provocar una nueva "guerra escolar". El ministro socialista Savary, que durante los primeros años del mandato de Mitterrand, intentó reducir el dinero público destinado a los privados, tuvo que dimitir y retirar su proyecto para lograr que la calle recobrase la calma. El ministro de derechas Devacquet, que pretendió aumentar el porcentaje correspondiente a la enseñanza privada en 1987, siguió idéntica trayectoria. En 1992 Jack Lang firmó las paces entre el sector público y el privado reconociendo a este una serie de privilegios. La primavera pasada François Bayrou ya intentó ampliar las prerrogativas de las 9.750 colegios e institutos privados y acabar con la ley Falloux, de 1850. El presidente Mitterrand se negó a incluir su revisión dentro del orden del día: "Si ha podido esperar 140 años para ser reformada, puede esperar aún algunos meses".

Entre el 14% y el 21%

El 14% de los alumnos de la enseñanza primaria y el 21% de secundarla acuden a centros privados. El Estado paga los profesores de dichos centros, así como un mínimo del 10% del mantenimiento de las instalaciones. La ley Falloux, que en sus orígenes había sido concebida para favorecer el monopolio religioso sobre la enseñanza, impedía ir más allá. Ahora el ministro Bayrou pretende que ayuntamientos, departamento y regiones puedan aportar cuantos fondos deseen a la escuela privada.El pretexto arguido por Bayrou es el mal estado del 52% de los locales: "El informe Vedel nos prueba que hay muchos centros cuyas condiciones de seguridad son alarmantes". Para la izquierda es sospechoso que el informe Vedel no quisiera ampliar su área de estudio a los locales públicos y más sospechoso aún, que si "tan alarmante" es el estado de las instalaciones los poderes públicos no asuman su responsabilidad. Eso es lo que declaraba Michel Rocard, líder del PS, al respecto: "Si hay problemas de seguridad para los niños en los centros escolares hay que resolver la cuestión en todos los centros y de inmediato. Es una obligación moral del Estado y, para poder realizarla, no hace falta cambiar ley alguna".

.La izquierda teme que la abolición de la ley Falloux sirva para conceder créditos extraordinarios en favor del sector de la enseñanza privada.

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