Intelectuales europeos llaman a combatir el racismo

Los participantes en la Convención Antirracista Europea, que comenzó ayer en Madrid, reconocen la dificultad de conjugar la defensa de las identidades propias con la de los intereses comunitarios y piden que los Gobiernos refuercen sus compromisos de combatir el racismo y la xenofobia. "Excluir no es la mejor manera de avanzar en el camino de la paz" dijo ayer en la apertura de la convención Danielle Mitterrand, quien presentó el Pasaporte Europeo contra el Racismo como "un instrumento para que los antirracistas se den a conocer". "Desde hace unos meses, el racismo se presenta en Europa de forma muy arrogante, y ya somos muchos los que nos hemos dado cuenta" añadió la primera dama de Francia y presidenta de la Fundación Mitterrand.

"Si el racismo hace nuevos estragos en Europa, también el antirracismo es más fuerte que nunca y hay cosas que no toleraremos. Es preciso educar a las generaciones jóvenes" señaló Nicole Muchnick, coordinadora de esta convención antirracista, que culmina hoy por la tarde y está patrocinada por el Ministerio de Asuntos Sociales, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Jóvenes contra la Intolerancia y los institutos Francés y Goethe.La ministra española de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, resaltó que "desde el Gobierno se asume la inmigración y la lucha contra el racismo y la xenofobia como una de las prioridades del Gabinete". La ministra recordó que "hasta hace poco España ha sido un país de emigrantes y ahora nosotros somos receptores. Los emigrantes suponen un 1,8% de la población española".

"El racismo existe, pero no la raza", afirmó rotundamente Rita Levi-Montalcini, premio Nobel de Medicina en 1986. "Las diferencias genéticas no justifican la discriminación de las personas. No hay ninguna base científica que pueda sustentar el racismo", dijo Levi-Montalcini. Víctima del racismo y veterana luchadora contra él, propuso la creación de una red internacional de mujeres que actúen para combatir las actitudes prejuiciosas. "Las mujeres han demostrado con creces que son más sensibles y receptivas a los problemas de violencia y de injusticia", dijo.

El discurso del odio

"Los que sustentan el discurso barato del odio al extranjero hacen su agosto en épocas de crisis", afirmó el eurodiputado de etnia gitana Juan de Dios Ramírez Heredia. Se mostró indignado de que tengan representación en el Parlamento europeo "racistas que. hacen gala de ello como la gente del francés Le Pen, el Partido Republicano alemán, y el Movimiento Social Italiano".El británico John Rex, ex presidente del comité de investigación de la Asociáción Sociológica Internacional sobre MirioHas Étnicas, identificó el racismo imperante como "blanco y cristiano". "Pero el racismo impregna todos los sistemas políticos. Ante el genocidio de la llamada limpieza étnica debemos oponer elconcepto de multiculturalismo y aprender de la diversidad.

Para el filósofo Fernando Savater, "la base atávica del racismo es la heterofobia: el miedo, la desconfianza, el antagonismo hacia el otro, el distinto". "La heterofobia es el odio al mestizaje, a la mezcla. Las costumbres de los extraños nos repelen porque tenemos una excesiva identificación con nuestro propio grupo y una obsesión por ser normales y parecemos a lo nuestro". Según el filósofo español, "hay que agradecerle al extraño que nos revele la convencionalidad de nuestra sociedad y nos muestre que se puede ser un hombre de mil formas diferentes".

La senadora socialista Victoria Camps, por su parte, se preguntó: "¿Cómo se pueden defender hipócritamente identidades culturales propias para luego mantener al margen colectivos que no se desea integrados?".