La mitad de las malformaciones congénitas puede evitarse con una adecuada prevénción

El 1,6% de los niños nacidos en 1992 presentaba algún tipo de malformación congénita, según los resultados del Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC), financiado por la Fundación 1000. El 40%o de estos problemas tiene una causa conocida, genética o ambiental, y pueden prevenirse, según Maria Luisa Martinez Frías, directora de esta fundación. La campaña Nacer sanos tratará de informar a los futuros padres a través de una veintena de consejos sobre alimentación y prácticas de riesgo de la embarazada.

Más de 17.700, de los alrededor de 770.000 recién nacidos estudiados por el ECEMC entre 1980 y 1992, nacieron con alguna malformación congénita. De ellos, casi cinco de cada 1.000 presentaban un defecto genético, mientras que en más de diez de cada 1.000 no se pudo determinar la causa. Las malformaciones más frecuentes en España son el hipospadias, una malformación del meato urinario que se da en los varo nes y que afecta a 1,8 de cada 1.000 recién nacidos, y el síndrome de Down, que afecta a 1,5 de cada 1.000. "El nivel de frecuencia de las malformaciones congénitas en España es medio bajo" explicó María Luisa Martínez, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, en la presentación de la campaña Nacer sanos, lanza da en colaboración con el Real Patronato de Prevención y Atención de Personas con Minusvalías.

"Hasta 1985, la prevalencia del síndrome de Down, por ejemplo, era más elevada, pero con la despenalización del aborto terapéutico y la generalización del diagnóstico prenatal ha disminuido y, en la actualidad, nuestro país presenta una frecuencia similar del mismo tipo de defectos que el resto de los países del área mediterránea", afirmó. La campaña Nacer sanos pretende dar, en forma de folletos, "un conjunto breve de consejos para evitar la angustia de las parejas", según señaló Demetrio Casado, secretario del real patronato, "pero con incidencia sobre un número muy elevado de riesgos".El estudio del ECEMC muestra la estrecha relación entre el nivel cultural de los padres y la incidencia de determinadas malformaciones, como el síndrome de Down, en las que aumenta el riesgo con la edad de la madre: el 78% de las mujeres con más de 35 años que tuvieron un hijo con esta anomalía congénita eran analfabetas.

Entre las causas ambientales, las más frecuentes son las relacionadas con enfermedades maternas infantiles, como la rubéola, o infecciones virales de la gestante, como las del citomegalovirus (un tipo de herpes) y la toxoplasmosis (causante de la hidrocefalia) y el consumo de alcohol. Martínez Frías es partidaria también de que se recomiende a todas las embarazadas dosis suplementarias de ácido fólico para prevenir el riesgo de espina bífida.