Chillida exige la supresión de una verja en torno a una obra suya
El escultor vasco prepara una demanda contra el Ayuntamiento de Vitoria
La plaza de los Fueros de Vitoria vuelve a ser el centro de una polémica que no ha podido abandonar después de 19 años. Eduardo Chillida, a través de VEGAP (Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos), está preparando una demanda contra el Ayuntamiento de Vitoria, la primera contra una institución pública, por "violación de los derechos morales".
Una verja colocada para impedir que el foso con la escultura de Chillida "se convierta en urinario y centro de drogadictos, y ofrezca más seguridad", según el teniente de alcalde Javier Rojo, es la culpable.Esta escultura, que ha estado oculta durante 10 años a raíz del grave accidente sufrido por un niño en 1979 al caer en el foso donde estaba enclavada, está de nuevo a la vista del público, pero rodeada de una verja metálica.
Eduardo Chillida, que ha manifestado públicamente haberse arrepentido de esta obra, considera que la única manera de no acabar en los tribunales es que el Ayuntamiento retire esta verja, cuya instalación no contó con el permiso del autor. "Se está violando el artículo 14 de la Ley de Propiedad Intelectual, en su apartado 1, al vulnerar los derechos morales de los artistas", declaró ayer en Vitoria el gerente de VEGAP, Javier Gutiérrez. "En esta ocasión la acción pública está siendo errática", explicó, "pero espero que el Ayuntamiento se avenga a razones y retire la valla, es la única posibilidad de que no vayamos a los tribunales".
Gutiérrez y representantes del Ayuntamiento se reunirán la próxima semana para intentar solucionar el problema. El teniente de alcalde, el socialista Javier Rojo, "admirador de la obra de Chillida", no está dispuesto, sin embargo, a retirar el cierre de la escalinata. "He remitido una carta al escultor en la que le explico que no se trata de ninguna agresión a su obra, sino un intento por conjugar la seguridad con la salvaguarda de su escultura". Rojo espera que el autor dé muestras de su sensibilidad y entienda los problemas que han originado el cierre del acceso. "A otras obras se les pone delante un cristal antibalas y todo el mundo entiende que es por su seguridad", subrayó.La escultura donada a la ciudad de Vitoria se encuentra en un foso con varios recodos escondidos a la que se accede a través de una escalera. "Todos hablan de seguridad y de no se qué derechos", declaró ayer el padre del joven que hace 14 años sufrió un gravísimo accidente con importantes secuelas. "Lo cierto es que todavía tengo un juicio pendiente para que el Ayuntamiento le pague un seguro al chico. Sólo puedo decir que todos, unos y otros son unos sinvergüenzas", dijo.
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