Milosevic acusa a los Doce de perpetrar un genocidio
El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, no ahorró ayer prendas para atribuir a la Unión Europea la culpabilidad de una guerra instigada por él y por su delfín en Bosnia-Herzegovina, el psiquiatra Radovan Karadzic. En un duro discurso pronunciado en la primera reunión plenaria con los Doce y con sus principales enemigos de la ex república yugoslava, no dudó en calificar de asesinos a los primeros. "¿Por qué están matando a nuestros hijos? ¿Con qué derecho han utilizado a 12 millones de ciudadanos europeos para perpetrar, espero, el último genocidio del siglo?", les espetó.Esta salida de tono fue cortada inmediatamente por el ministro de Asuntos Exteriores belga, Willy Claes, que fue secundado por su colega español, Javier Solana.
A diferencia del líder bosnio, Alia Izetbegovic, de los croatas Franjo Tudjman y Mate Boban y del jefe serbio de Bosnia, Karadzic, que expresaron su acogida favorable al plan de acción comunitario, aunque se mostraron inflexibles en sus exigencias para firmar un acuerdo de paz, Milosevic sólo dejó para el final de su discurso unas palabras de agradecimiento a los ministros europeos por esta nueva iniciativa para proseguir las negociaciones de paz.
Para Slobodan Milosevic, el establecimiento de una paz justa y duradera en Bosnia-Herzegovina pasa por la suspensión inmediata de las sanciones y supeditarlas a la puesta en marcha del plan de acción. La propuesta comunitaria es suspender gradualmente el embargo a cambio de concesiones territoriales y que se creen los corredores por los que se garantice el libre paso de la ayuda humanitaria a las poblaciones de las tres etnias en Bosnia -ayuda que ha sido constantemente boicoteada, a pesar de los acuerdos firmados, por los militares serbios bajo el mando de Ratko MIadic, el único y gran ausente de ayer en Ginebra- y s¡ se crean las bases para una conferencia internacional de paz global, que llevaría el nombre de Londres II.
El presidente serbio reivindica también parte de la capital bosnia, Sarajevo, uno de los principales escollos en todas las rondas de negociaciones previas, y reclama que croatas y musulmanes alcancen un acuerdo sobre la salida al mar para la nueva república bosnia, que resultaría de la aplicación del plan de paz Owen-Stoltenberg, con la creación de tres miniestados étnicos.
A pesar de que la guerra la están librando croatas y musulmanes, principalmente en el centro y este de Bosnia, los serbios, que controlan el 70% del territorio, tienen prisa en sentarse a la mesa de negociaciones porque los efectos que están produciendo las sanciones económicas en la precaria calidad de vida de la población se están haciendo insoportables y podrían tener consecuencias negativas para Milosevic en las elecciones del próximo día 19.
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