El ano próximo se inspeccionará a 80.600 contribuyentes

J. R. / C. M.El plan de inspección que ha elaborado el Ministerio de Hacienda para el año próximo prevé actuar sobre 80.600 contribuyentes y recaudar por esta vía 375.000 millones de pesetas. Estas cifras no representan un salto espectacular sobre las esperadas para 1993: 75.000 contribuyentes y 358.000 millones de pesetas.

La directora general de Inspección, Magdalena Álvarez, dice que "es un buen resultado para los efectivos que tenemos". En la actualidad hay 3.500 funcionarios dedicados a la tarea de la inspección, de los cuales 789 son inspectores y el resto, subinspectores y agentes tributarios.

En su opinión, los medios de que dispone el aparato represor de Hacienda no son, peores que los de otros países de nuestro entorno. "Tenemos la ventaja", explica, "de que como hemos empezado más tarde que los demás, nuestros sistemas son más avanzados". Pero es consciente de que "la mejor manera de luchar contra el fraude es inducir al cumplimiento voluntario de las obligaciones". En su opinión, "la finalidad del inspector no es esconderse detrás de una curva para poner multas, sino advertir de los límites de velocidad para que nadie se la pegue".

El problema del fraude, añade, es de conciencia social, "que la gente se entere de que el dinero que otro deja de pagar es un dinero que debería ir para hacer una carretera". Es necesaria, en su opinión, "la colaboración ciudadana y de todas las administraciones públicas, tanto del Estado como de comunidades autónomas y ayuntamientos".

Nueva estrategia

Este cambio de estrategia se concreta también en el plan de inspección para el año próximo. Según explica Magdalena Álvarez, el fraude se produce en las ventas, los gastos y las plusvalías. Cuando se falsean estos datos se produce un remansamiento del dinero negro. últimamente, los planes de inspección se habían centrado en los circuitos de dinero negro -letras del Tesoro, primas únicas, cesiones de créditos- "y ahora queremos atacar a los orígenes".

A ello responde, por ejemplo, el plan especial de lucha contra el fraude en el IVA que persigue detectar ventas no declaradas. Además, la inspección se va a especializar en colectivos, frente a la anterior estructura territorializada.