Actrices del dolor
Una tradición de ciertas zonas del Estado de Luisiana dice que puedes saber el porvenir si pescas un pez y miras sus tripas. Si encuentras algún pececillo, pececillos de pasión, debes tomarlos en la mano y pedir un deseo para que se cumpla. Tal y como hacen los personajes de Peces de pasión en una de sus mejores y más significativas escenas.Tras este un tanto extraño título se esconde una interesante producción independiente norteamericana. Narra las complejas relaciones entre una actriz de televisión, especializada en encarnar personajes en largas series, que ha sufrido un accidente de tráfico en Nueva York y ha quedado parapléjica, y una mujer de color de Chicago, apartada de su familia, que trata de superar una dura experiencia con drogas. Ambas se encuentran casualmente en una perdida casa familiar que la primera tiene en Luisiana, mientras la segunda comienza a ayudarla en su compleja experiencia de adaptación a su nueva vida, para. terminar convirtiéndose en buenas amigas.
Peces de pasión
Passionfish. Director, guionista y montador: John Sayles. Fotografía: Roger Deakins. Música: Mason Daring. Estados Unidos, 1992. Intérpretes: Mary McDonnell, AlfreWoodard, Leo Bunnester,Vondie CurtisHall. Estreno en Madrid: Ideal (versión original subtitulada).
Muy poco o nada conocido en España, John Sayles es un reputado guionista que proviene de la escuela de las producciones de serie B del mítico realizador y productor Roger Corman.
Peces de pasión es su octava película, todas ellas producciones independientes en las que logra trabajar con una libertad poco frecuente en el actual cine norteamericano y le muestra como un realizador muy seguro de sí mismo, con una gran eficacia narrativa y que sabe muy bien qué quiere y cómo conseguirlo.
Más allá del melodrama que dibujan sus primeras escenas, Peces de pasión pronto se convierte en la minuciosa descripción del nacimiento y desarrollo de una amistad entre dos personas muy diferentes, pero que descubren que viven mucho mejor la una junto a la otra. John Sayles demuestra una gran habilidad para contar esta historia, para dar la transición entre una situación y otra, para convertir un hábil guión en una larga película con un gran atractivo que se sale completamente de lo habitual en el actual cine.
A ello colaboran intensamente sus dos protagonistas. En sus anteriores interpretaciones, Mary McDonnell ya había demostrado ser una gran actriz, y aquí vuelve a ratificarlo una vez más, pero nada desmerece a su lado la menos conocida actriz de color Alfre Woodard.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.