Los expertos advierten que la educación para la salud no es solo una tarea escolar

La propia amplitud del concepto de salud asumido por la sociedad contemporánea (la OMS la define como "un estado de completo bienestar, físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades"), sugiere la conveniencia de no perder de vista que la tarea de educar para la salud no es exclusiva de las instituciones del sistema educativo.

Y tal idea fue subrayada ayer por Ricardo Diez Hochleitner al avanzar unas iniciales conclusiones de la VIII Semana Monográfica de la Fundación Santillana que, bajo el lema Aprender para el futuro: Educación para la salud, ha reunido durante cinco intensos días de trabajo a destacados expertos de diversos países en la sede de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).

Pero el hecho de que la educación para la salud no sea tarea exclusiva de las instituciones educativas no es contradictorio con el relevante papel que la sociedad contemporánea asigna a la escuela y a la universidad también en este campo. De hecho, en la jornada del jueves, dedicada prcisamente a analizar el papel de la educación universitaria, varios ponentes señalaron la conveniencía de crear unas específicas "facultades de Ciencias de la Salud".

Diez Hochleitner, vicepresidente de la Fundación Santillana y director de sus semanas monográficas, subrayó también, entre las conclusiones provisionales, "la urgente necesidad de que la Universidad asuma, en su tarea formativa e investigadora, los problemas globales y del largo plazo". En este mismo contexto, destacó la conveniencia de "apoyar y difundir la investigación para la acción".

Ambiente y pandemias

El reconocimiento de que existen fundadas sospechas sobre los efectos del ambiente en las viejas y nuevas pandemias; la conveniencia de cambiar los estilos de vida, y la necesidad de atender a todo aquello que tiene efectos sobre la mente del ser humano contemporáneo (la educación en valores como la tolerancia, la convivencia y la afectividad, entre otros) constituyen otras de las propuestas que, a modo de conclusiones provisionales de la VIII Semana Monográfica de Santillana, resumió su director.El secretario de Estado de Educación y Ciencia, Álvaro Marches¡, que presidió la sesión plenaria de clausura, destacó la importancia que la LOGSE otorga a la educación para la salud, que, dijo, no debe consistir sino en "educar para apreciar y conservar la salud". Para el "secretario de Estado, la educación para la salud comporta que la escuela debe convertirse en un "modelo de vida saludable", lo que la salud que significa asumi no es un bien estrictamnte individual, sino social. Marchesi explicó que lo que da sentido a que la educación para la salud forme parte del "currículo transversal" es precisamente que la salud no puede disociarse de los factores que la determinan, como el entorno social, la situación familiar, o las posibilidades de desarrollo personal y colectivo.