"Exceso de celo" del mando militar en Gaza

Varios ministros del Gobierno de Isaac Rabin -y no sólo los considerados palomasexpresaron ayer su desaprobación por el "exceso de celo" con que actuó el jueves el comandante militar de la ciudad de Gaza. Éste ordenó disparar sin contemplaciones sobre los manifestantes palestinos que protestaban por la muerte de Imad Akel jefe militar del brazo armado de Hamás en los territorios ocupados. Akel fue abatido en un intercambio de disparos con soldados israelíes.

Un ministro israelí comentaba ayer: "Buscar a terroristas armados, y si es necesario matarlos, de acuerdo. Pero disparar contra los manifestantes, incluso si pequeños grupos lanzan piedras aquí y allá, es irresponsable. Eso es actuar como si el pasado 13 de septiem bre [fecha de la firma en Washington del acuerdo entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina sobre la autonomía limitada de Jericó y la franja de Gaza] no hubiera pasado nada. Como si no nos estuviéramos preparando para evacuar Gaza y traspasar el poder a la policía palestina".

A pesar de estas desclaraciones, ayer se respiraba un cierto alivio en medios gubernamentales israelíes, ya que la jornada se vivió en la franja de Gaza en un clima de relativa calma. Tras los violentos incidentes registrados el jueves, en los que hubo un muerto y decenas de heridos, se esperaba que el viernes, día festivo para los musulmanes, se reprodujeran los choques con el Ejército israelí a la salida de las mezquitas, en las que los sermones incendiarios de los jeques fundamentalistas son frecuentemente preludio de manifestaciones violentas. Para evitar una espiral de violencia, el ministro de la Policía, Moshe Sahal, decidió crear unas unidades especiales que tendrán como misión evitar cualquier manifestación ilegal de los colonos judíos asentados en Cisjordania y Gaza. Un total de 2.250 agentes israelíes se desplegarán en 16 puestos en los territorios ocupados.