Intoxicado medio centenar de comensales en una degustación en el Senado

El último pleno del Senado no acabó como otros; muchos de los asistentes permanecen en cama desde entonces. Casi medio centenar de comensales del restaurante de la Cámara han sufrido una intoxicación alimenticia. Normalmente, senadores y funcionarios salen precipitados hacia sus casas o dan toques a los temas pendientes antes de comer, si no se ha hecho demasiado tarde. La sesión del miércoles pasado concluyó a la una de la tarde, una hora temprana para el yantar español; pero todos se reservaron para degustar la primera demostración de gastronomía autonómica que se celebraba en la Cámara alta.La ocasión merecía la espera. Pepe Racionero, propietario del restaurante El Tormo en el madrileño barrio de las Vistillas, ofrecía una panoplia de preparados sabrosos de origen castellano-manchego: judías Sancho Panza, chorizo de La Mota, setas de la Jara, morteruelo de Cuenca, galianos de Ciudad Real, artatunos de Cuenca y atascaburras de Albacete. De postres: almendrados, quesos manchegos, arroz de boda de Guadalajara y mancheguitos.

El aroma manchego de Racionero atrajo a centenares de comensales. Casi 400 degustaciones preparó. Todo estaba riquísimo, hasta que llegó la noche. Diarreas, vómitos, fiebre. Algo hizo mella en los estómagos de medio centenar de degustarores. Una portavoz del grupo nacionalista catalán cree que el mal estaba en una de ollas. Ni las judías ni el chorizo tuvieron la culpa, según ella. Nadie lo sabrá hasta que los cultivos que se realizan determinen el origen de la gastroenteritis.

La misma tarde del miércoles muchos de los comensales indispuestos acudieron al servicio médico de la Cámara. En las filas del PP, su portavoz en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, y su esposa han superado el trance y reanudado su trabajo habitual. No es el caso de la representación catalana. La mayoría de sus miembros permanecen en cama y quienes intentaron trabajar ayer se vieron forzados a regresar a sus casas.