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ESCÁNDALOS EN BRASIL

Itamar, un presidente mudo

El escándalo de la mafia del presupuesto y las desviaciones de fondos públicos por parte de diputados y altos cargos ha puesto de manifiesto en Brasil la falta de liderazgo del presidente Itamar Franco, de 63 años. Franco sustituyó hace poco más de un año en el cargo al destituido Fernando Collor de Mello tras unos meses de escándalos y una grave crisis institucional y política.El desprestigio del poder legislativo, tras la crisis de la presidencia hace un año, no ha sido aprovechado por el presidente Franco para fortalecer su posición y tratar de impulsar una serie de reformas urgentes y un plan económico que ponga freno a una inflación desbocada que se sitúa en Brasil por encima de un 35% mensual.

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El ogro, la bella durmiente y los siete enanitos

Cuando un 67% de los brasileños, según la última encuesta, considera que "el país necesita un presidente fuerte que gobierne solo, sin interferencias del Congreso", Franco permanece mudo. El presidente parece paralizado por la crisis del Congreso sin atreverse siquiera a destituir a uno de los ministros implicados en el escándalo que se niega a dimitir.

Golpes y cuentos

La actitud de Franco preocupa y ha provocado que se especule en Brasil con toda clase de escenarios sin que falten los que hablan de golpe o de recurso a la "fujimorización" al estilo de sus vecinos de Perú.

Un comentarista del periódico Folha de Sáo Paulo titulaba su columna con la pregunta "¿En qué se diferencia Itamar de un poste?", y escribe: "En un instante en que la historia de los siete enanitos del presupuesto monopoliza las atenciones del país, Itamar Franco parece decidido a parodiar otro cuento de hadas disfrazándose de bello durmiente, pero más dormido que bello".

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En una entrevista con Jornal do Brasil, Franco se mostró muy preocupado y asegura que recibe unas 20 cartas diarias que le piden la clausura del Congreso. Asegura Itamar Franco que no habrá ni golpe ni una salida del estilo de la "fujimorización": "No puedo contrariar la Constitución. No puedo quebrar el juramento que hice".

A continuación, Itamar Franco reconoce: "Puede que no sea el presidente adecuado. Tal vez otro tuviese actitudes más fuertes".

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