Malestar en UGT y CC OO por el rechazo de sus negociadores a las últimas propuestas del Gobierno

El radical rechazo hecho público por los negociadores de UGT y CC OO a las últimas ofertas del Gobierno ha causado malestar en otros dirigentes sindicales. La razón es que consideran positivas las modificaciones introducidas por el Ejecutivo en sus ofertas, entre ellas, la retirada de la incompatibilidad para cobrar indemnización por despido y seguro de paro y la nueva cláusula de revisión de las pensiones. Frente a las iniciales descalificaciones manifestadas tras la reunión del miércoles con el ejecutivo, en circulares internas para los afiliados, UGT dice ahora que las nuevas ofertas están "en una buena vía" y CC OO valora "la modificación importante en la posición del Gobierno".Las ejecutivas de UGT y CC OO conocían, antes de la reunión con el Gobierno del miércoles, las nuevas propuestas que se les iban a plantear y la resolución de los dos sindicatos fue similar: esas ofertas coinciden con sus demandas, aunque todavía son insuficientes. La información la habían obtenido los líderes de las centrales, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, en el encuentro secreto que mantuvieron el sábado pasado con el ministro de Trabajo, José Antonio Griñán.

En esta reunión, cuyo desarrollo fue seguido puntualmente por el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y el ministro de Economía, Pedro Solbes se buscaron caminos para desbloquear las negociaciones del pacto social. Allí el Gobierno avanzó que iba a rectificar sus propuestas iniciales en estos puntos: la retirada de la incompatibilidad entre indemnización y seguro de paro, la nueva cláusula de garantía de las pensiones, una cotización para los desempleados inferior a la de los trabajadores ocupados y reabrir la negociación sobre los salarios de los funcionarios.

También se informó que el Gobierno está dispuesto a "cobijar" la reforma del mercado de trabajo dentro de una política de impulso económico e industrial. Esos criterios fueron aceptados por los líderes de los dos sindicatos, quienes señalaron que eran aún insuficientes, pero que servían para seguir negociando.

Un cambio radical se produjo en la reunión bilateral celebrada el miércoles y los negociadores de UGT y CC OO salieron subrayando sólo los desacuerdos. Apolinar Rodríguez (de UGT) llegó a pedir públicamente la dimisión del ministro de Trabajo y José María Fidalgo (de CC OO) calificó el encuentro de "fiasco" sin explicar el por qué. Esas descalificaciones han creado malestar en otros dirigentes de los sindicatos, que siguen considerando posible alcanzar acuerdos parciales aunque no un pacto global, y son partidarios de hacer ahora contraofertas flexibilizando sus posturas después de que el Gobierno haya movido sus piezas.

El líder de CC OO, Antonio Gutiérrez, hizo ayer manifestaciones en este sentido en las jornadas Costa Brava celebradas en Lloret de Mar. "Desgraciadamente", dijo, "la perspectiva de un pacto por el empleo está quebrada. Pese a que no sea posible un pacto global, sí se pueden alcanzar acuerdos parciales en temas específicos".

José María Zufiaur, secretario confederal de UGT, es más pesimista y ayer dijo en Santiago de Compostela que no descarta la posibilidad de una huelga general "si fracasan definitivamente las negociaciones y se mantienen las agresiones y atropellos que, hoy por hoy, son sólo anuncios". En cambio, en una circular enviada ayer mismo por UGT a sus afiliados se afirma que la rectificación [del Gobierno] sobre pensiones, desempleo y empleados públicos es una buena vía que nos da la razón respecto al despropósito de las medidas". Comisiones Obreras en su escrito interno dice textualmente: "Valorarnos positivamente la modificación importante en la posición del Gobierno".