Belloch, a favor de inhabilitar a los periodistas si cobran por falsear noticias

El ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, señaló ayer que es partidario de mantener las penas de inhabilitación para periodistas que falseen la verdad por precio, recompensa o promesa, supuestos en los que la sanción es una forma de proteger la libertad de expresión, según el titular de Justicia. "El periodista que cobra dinero por publicar noticias falsas ataca duramente esa libertad de expresión".Belloch anunció que en el proyecto de Código Penal que pretende presentar el próximo mes de enero quedará excluida la pena de cárcel para este tipo de delitos. Sin embargo, no quiso valorar las recientes sentencias judiciales contra periodistas de El Mundo y Diario 16. En su opinión, hay que establecer una cultura nueva de relación. "El representante del Gobierno no debe inmiscuirse en la actividad jurisdiccional", dijo.

También anunció que su departamento no abordará nuevas inversiones en los próximos dos años, aunque añadió que se cumplirán los compromisos que ya están en marcha. "Proyectos nuevos, desgraciadamente, no vamos a poder abordar".

La ralentización y recortes en la inversión económica obligará al Ministerio de Justicia a buscar fórmulas de imaginación y creatividad, para aprovechar los recursos. El ministro concretó que se centrará en la gestión de los recursos materiales, la intensificación de los medios humanos y un fuerte impulso normativo para lograr que su departamento sea "la empresa eficiente y competitiva que querernos".

Belloch asistió en Leganés (Madrid) a la inauguración del nuevo edificio donde han quedado centralizados los siete juzgados de la localidad y donde se ubicará la fiscalía para varias localidades de la zona sur madrileña. En el acto reconoció que los magistrados de esta ciudad "han tenido suerte". El edificio judicial, con una inversión de 600 millones de pesetas, empezó a funcionar hace 15 días y con ello se ha puesto fin a los problemas que las instalaciones de Leganés han tenido en los últimos años. Algunos juzgados estaban ubicados en sótanos, sin luz y con goteras.