"Hoy es imposible el socialismo químicamente puro"

No hay que ver a Cuba como "algo estático", como "un modelo político y económico estancado", declara el canciller cubano, Roberto Robaina, en esta entrevista efectuada en el transcurso de la visita que está realizando a México. El sistema de partido único "no es perfecto", añade, pero "es el que la vida nos impuso".Robaina precisa: "Cuando mi país no esté bajo la permanente amenaza exterior que hoy sufre, habría que ver cuántas cosas pueden ser discutidas en Cuba en cuanto a modelos y mecanismos de participación".

En su primera visita a México como canciller de Cuba, este hombre de 37 años, que hasta hace unos meses dirigía a la Unión de Juventudes Comunistas, vivero del Partido Comunista, califica de "absurda" la idea de que el bloqueo norteamericano contra su país beneficie al presidente Fidel Castro. "Si eso fuera así, hace rato que el bloqueo sería cosa del pasado", responde.

Pregunta. Están produciéndose en su país una serie de reformas económicas impensables hace pocos años, pero ¿qué hay de las reformas políticas?

Respuesta. Creo que todo depende de los patrones que sobre la democracia se quieren imponer en el mundo y de las reglas con que se quiere evaluar a la democracia. No digo que nuestra democracia sea perfecta, pero sí que tenemos nuestro particular sistema democrático. Nadie me ha enseñado que otro modelo democrático sea el perfecto; una cosa es que digan que hay opciones políticas variadas, pero otra bien diferente es que, como ocurre en algunos países, el 70% de la población apta para votar se abstenga de hacerlo por apatía.

El modelo de partido único no es el perfecto, es el que la vida nos impuso. Sólo el partido único y la unidad nos permitieron triunfar ante la amenaza exterior que no ha desaparecido. Cuando mi país no esté bajo la permanente amenaza exterior, que hoy sufre, habrá que ver cuántas cosas pueden ser discutidas en Cuba en cuanto a modelos y mecanismos de participación. Pero no hay que ver a nuestro modelo como algo estático, estancado, porque la verdad es que no es el mismo de hace cinco años y seguramente será diferente al de los próximos cinco años. Ahora estamos trabajando en un pluralismo de ideas, en un pluralismo de participación, más que de partidos.

P. ¿Qué tiene que decir Roberto Robaina a todos esos sectores, incluyendo a la izquierda intelectual, que piensan que el bloqueo de Estados Unidos a Cuba de algún modo beneficia a Fidel Castro porque le ayuda a la hora de llamar a cerrar filas en defensa de la revolución?R. Si levantar el bloqueo. significara ayudar a derrocar a Fidel Castro, como muchos plantean absurdamente, a estas horas el bloqueo ya estaría levantado. Aclaro además que el bloqueo no es la única causa de nuestras actuales problemas.

P. ¿Hay algún avance, algún gesto que indique a La Habana que la tensión existente entre Cuba y Estados Unidos comienza a ceder?

R. Yo creo que no hay razones para un exceso de entusiasmo. Públicamente, ya hemos dicho que no existe en esta Administración [estadounidense] la agresividad permanente que prevaleció en las anteriores. Pero hay una serie de cuestiones, como el bloqueo reforzado por la ley Torricelli, o el fallido intento de Estados Unidos por impedir que la ONU analizara ese tema, que dan muestra de estancamiento.

P. Las cosas parecen estar cambiando en Cuba de un modo acelerado, sobre todo en el campo económico. Incluso están variando los eslóganes: de patria o muerte se pasó a defender la patria, la revolución y el socialismo.

R. Hablamos de defender la patria, la revolución y el socialismo en momentos en que nos enfrascamos en un proyecto que hoy no funciona. Aclaro que nadie en Cuba piensa en Numancia porque nadie quiere morirse por gusto. El mundo ha cambiado, las actuales circunstancias son tremendamente complejas y creo que mi país ya llegó a la conclusión de qué ese socialismo químicamente puro es imposible hacerlo en estas circunstancias. Pero Cuba no está dispuesta a renunciar a las conquistas de la revolución en materia de salud, educación y justicia.

P. Las reformas económicas que ustedes están poniendo en práctica tienen cierto tufo a medidas de choque.

R. Sería mucho más grave no tomar ninguna iniciativa en el campo económico. Decir que hay una fácil comprensión social hacia estas medidas sería no decir la verdad. Hay algunas medidas ya tomadas que han introducido costes sociales y políticos muy fuertes. La despenalización de la tenencia de divisas, después de 30 años de haber trabajado en otra línea de pensamiento, no ha sido bien recibida por un segmento muy importante de la población.

P. ¿Quién garantiza al inversor extranjero que sus propiedades no serán estatalizadas a la vuelta de cierto tiempo?

R. Hemos dado respaldo constitucional a la inversión extranjera, con regulaciones lo suficientemente flexibles para que nadie ni nada quede excluido. Somos fieles a los compromisos adquiridos. Algunos se preguntan incluso qué pasaría si Cuba regresara al capitalismo. Si esto sucediera, no significaría ningún trauma para los empresarios porque estarían en su medio.

P. ¿Pero es posible ese regreso al capitalismo?

R. En mi opinión, no.

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