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El PSOE empata cuatro votaciones en la Comisión de Presupuestos al disponer sólo del apoyo de CiU

Rechazada la enmienda para bajar en un 10% el sueldo de los parlamentarios y altos cargos

El PSOE se encontró ayer en el Congreso de los Diputados con una situación insólita en 11 años: cuatro empates, con 20 votos a favor -los de los socialistas y CiU- y 20 en contra -los de las restantes formaciones-. Ocurrió en la comisión que debate los Presupuestos del Estado para 1994, y con la agravante de que en el primero de los empates, para evitar la derrota, uno de los diputados socialistas suplentes tuvo que ocupar el lugar de un compañero que se había ausentado. En los cuatro casos resolvió a favor del PSOE el voto ponderado, que tiene en cuenta los escaños de cada grupo en el Pleno de la Cámara. Aun así, el PP expresó su satisfacción "al quedar patente la alianza de CIU con el PSOE".

El primero de los cuatro empates de ayer se produjo por la mañana al votar PSOE y CiU a favor de la congelación salarial para los funcionarios en 1994, mientras lo hacían en contra PP, lU, PNV, Coalición Canaria y el representante del Grupo Mixto (Unión Valenciana). El título tercero de los Presupuestos, dedicado a los gastos de personal, tenía como caballo de batalla de toda la oposición, excepto CiU, una propuesta para que los funcionarios tuviesen en 1994 una subida del 3,5%, equivalente a la previsión de aumento del IPC.En esta votación no estuvo presente el diputado socialista José Félix Sáenz Lorenzo, quien, según el reglamento de su grupo parlamentario, será sancionado con una multa de 15.000 pesetas. Sáenz abandonó la comisión momentáneamente para recoger documentación relativa a la comparecencia del ministro de Industria prevista para hoy, y tuvo que sustituirle Máximo Rodríguez, encargado de pasar lista a sus compañeros.

Los apuros volvieron a surgir en la sesión de la tarde, en la que las votaciones de varios apartados de la ley y de seis enmiendas de Izquierda Unida que pretendían modificaciones tributarias depararon tres nuevos empates.

El portavoz del PP, Rafael Arias Salgado, expresó su satisfacción por estos resultados, por lo que suponen, dijo, de plasmación gráfica de la alianza entre el PSOE y Convergéncia i Unió. Esa misma satisfacción se hizo patente en las filas de otros grupos.

En la sesión de ayer también fue rechazada una enmienda del diputado de Unión Valenciana, Vicente González Lizondo, que proponía recortar en un 10% las retribuciones de los altos cargos de la Administración (desde el presidente del Gobierno hasta directores generales y asimilados) y de los parlamentarios.

Votaron en contra el PSOE, el PP y CiU, y se abstuvieron PNV, IU y Coalición Canaria. Unos y otros calificaron la propuesta de demagógica y argumentaron que es suficiente la congelación salarial prevista para 1994, que se añade a la moderación que han soportado ya este año.

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En el debate pormenorizado de los Presupuestos tampoco prosperó una enmienda del PP para establecer controles rigurosos del desarrollo presupuestario. En paralelo a esta enmienda, el PP presentó el pasado día 5 una proposición de ley en la que se pide la creación de la Oficina Técnica de Control Presupuestario. La creación de esta oficina está ya admitida en los Presupuestos de 1991, pero sin concreción de fecha ni características que pudiera tener. El proyecto de nuevo reglamento del Congreso también alude a esta oficina, pero tanto el Gobierno como el grupo socialista insisten en la dificultad técnica y presupuestaria de su puesta en marcha.

El grupo socialista, igualmente con el apoyo de CiU, sacó adelante el aumento de las pensiones para 1994 en un 3,5%, según el índice de inflación previsto, pero sin la cláusula de revisión que pretendían el Partido Popular e Izquierda Unida. Asimismo introdujo varias enmiendas para homologar en ecus (moneda de la Unión Europea) los impuestos especiales que gravan alcoholes e hidrocarburos. Esta adecuación conllevará una cierta subida del impuesto sobre la cerveza y el fuel-oil, si bien el portavoz socialista precisó que "no necesariamente tiene que revertir en un aumento automático del precio de venta al público".

Los socialistas aceptaron que los trabajadores autónomos que deseen sufragarse por su cuenta las bajas de enfermedad puedan reducir en 1,8 puntos su cotización al régimen general de la Seguridad Social.

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