La batalla legal entre George Michael y Sony conmociona el mundo de la música pop
La demanda de ruptura de contrato por diferencias artísticas sienta un precedente
George Michael contra Sony. Artista estrella contra multinacional discográfica. Yorgios Kyriacos Panayiotou -músico británico de origen griego, 30 años, ex componente de Wham!- ha emprendido una batalla legal para romper un contrato que puede atarle a Sony hasta el año 2003. Según el cantante, cuestión de incomprensión artística. La discográfica contraataca acusándole de romper sus compromisos y contratos. En el fondo del asunto están los beneficios- por la venta de discos, intentos de cambiar una imagen sexy, promoción ... La sentencia puede crear un precedente de imprevisibles consecuencias, y tras la segunda sesión de la vista, parece que no es música todo lo que reluce.
La historia comienza el 20 de noviembre de 1987, cuando Sony anunció la compra de la división discográfica de la CBS por 230.000 millones de pesetas. Artistas como Bob Dylan, MIchael Jackson y Julio Iglesias cambiaban de dueño. También George Michael, quien declaró después: "He visto a la gran companía musical americana convertirse en una pequéña parte de una gigantesca empresa electrónica". Según el contrato en vigor, Michael debe grabar seis discos para Sony Music Entertainment, que la empresa puede rechazar "si no son de la misma calidad de los anteriores", además de poder demandar al cantante "si no produce bastantes canciones ni acepta las condiciones de promoción que Sony juzga necesarias". Según George Michael, con CBS tenía respeto a su creatividad y respaldo financiero. Con Sony comenzaron los problemas que, según Michael, justifican la ruptura de un contrato que "limita mi Potencial comercial y. artístico"."No es cuestión de dinero", afirma Mark Cran, el abogado del Michael, antes de denunciar la "flagrante injusticia" del reparto de porcentajes por venta de discos: en los cinco últimos años, Sony ha ganado casi 19.000 millones de pesetas con los discos de Michael, mientras el artista ha percibido sólo 3.400 millones. Según Cran, George Michael recibe 74 pesetas por cada disco compacto y 68 por cada casete, mientras Sony gana 490 pesetas por compacto y 300 por casete. En el ambiente flota el acuerdo logrado por Michael Jackson con Sony: un reparto equitativo.
Presiones
George Michael ha centrado su demanda en las presiones de Sony en cuanto a su nueva dirección artística. Según declaró el artista la pasada semana en su segunda comparecencia ante el juzgado londinense que lleva el caso, la discográfica "despreció injustamente mi creatividad, impidiéndome realizar el cambio de imagen de estrella sexy para los jóvenes hacia algo más serio v con personalidad. Gordon Pollock, abogado de Sony, sugirió ante el juez que el artista alteró su imagen sexy al conocer que perdía fans. "Tenías una de las imágenes sexys más saturadas y hacías un particular uso del meneo de la pelvis", declaró Pollock. "Creo que exageras", respondió Michael.
La vista alcanzó su punto más sorprendente cuando el artista confesó a Pollock que utilizó un doble para la grabación de algunas escenas del vídeo I want your sex (Quiero tu sexo). "Era bastante más alto y no tenía pelo en el pecho", dijo Michael. ante las risas de fans y abogados. Y acusó a Sony de no hacer la promoción del disco Listen without prejudice por estar en desacuerdo con su cambio de imagen. "Tuve la sensación de que el disco fue asesinado para darme una lección", dijo Michael. Este disco es uno de los puntos claves del asunto. Publicado en otoño de 1990, Michael no quiso que su imagen apareciese en la portada ni en los vídeos promocionales. Esta grabación vendió seis millones de ejemplares, mientras su mayor éxito, Faith, alcanzo los 15 millones. George Michael se muestra tajante: se ve ahogado como artista y suseparacion cosible.
Sony es irrever-Cuando en la segunda sesión de la vista Pollock preguntó al artista por su cuenta corriente, Michael declaró que tenía mucho más dinero del que podía gastar, y que la gente del negocio de la música gana cantidades desproporcionadas para lo que hace. Concreción, le pidió el abogado. Y Michael escribió una cifra en un trozo de papel, que pasó a jueces y abogados. "Los periodistas deben estar algo sorprendidos", dijo el artista.
Es la apuesta de George Michael. La discográfica Sony todavía no ha enseñado sus cartas. "La respuesta a cualquier pregunta sobre este asunto es sin comentarios. Nadie ha de poner nada por escrito que tenga que ver con este caso. Es la posición de la compañía para la cual no hay excepciones", puede leerse en una comunicación interna de Sony, que remite a Jonathan Morrish, director de prensa de la discográfica en el Reino Unido. "Tampoco va a comentar nada", ha declarado la secretaria de un ilocalizable Morrish. Sony guarda silencio. El proceso puede durar hasta Navidad y nadie sabe quien partirá el turrón.
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