Aspin trata en Tokio y Seúl de la amenaza nuclear de Corea del Norte
El secretario de Defensa norteamericano, Les Aspin, inició ayer en Tokio una gira asiática que lo llevará también a Seúl, y durante la cual analizará la amenaza nuclear que representa para la región el régimen de Pyongyang.Según portavoces de su séquito, sin embargo, Corea del Norte, de cuyas intenciones recela Tokio, no dispone todavía en estos momentos de armamento nuclear.
Pyongyang se niega a una inspección internacional de sus instalaciones nucleares con el argumento de que que encubriría una operación de espionaje.
Les Aspin pedirá también a la Administración nipona que participe tecnológicamente en la preparación de un avanzado sistema antimisiles.
Coincidiendo con esta visita de Aspin, su subsecretario, Chas Freeman, celebró ayer en Pekín diversas entrevistas con dirigentes del Partido Comunista Chino (PCCh). Las partes acordaron trabajar por el mejoramiento de las deterioradas relaciones bilaterales.
Freeman es el funcionario norteamericano de Defensa de más alto nivel que llega a China desde la represión militar del 4 de junio de 1989 en la plaza de Tiananmen. Aunque nada se indicó al respecto, es posible que Freeman solicite de nuevo la mediación china para que el régimen de Pyongyang abra sus puertas al control internacional.
Sistema defensivo
Funcionarios norteamericanos que acompañan a Aspin informaron en Tokio de que a lo largo de los tres días de conversaciones con el primer ministro, Morihiro Hosokawa, y miembros de su Gabinete, la delegación norteamericana ofrecerá colaboración técnica y expertos del Pentágono para que los japoneses puedan establecer un sistema defensivo contra un eventual ataque de Corea del Norte con misiles de alcance medio.
Tokio no ha pronunciado su última palabra sobre la posibilidad de compartir tecnología electrónica de utilización comercial y bélica estadounidense de sus bases militares.
Por su parte, Chas Freeman declaró en Pekín que, aunque las sanciones impuestas a China después de los sucesos de hace cuatro años permanecen en vigor, se prepara un programa de intercambios en el sector militar. "Es un buen comienzo", subrayaron funcionarios chinos en una despacho de la agencia oficial Nueva China.
El ayudante de Aspin, que comunicó el malestar norteamericano por la denunciada venta de misiles M-11 a Pakistán y la última prueba nuclear china, manifestó sentirse interesado en conocer los planes militares de Pekín. Fue diplomático en la explicación de ese interés: "No porque consideremos a China una amenaza, sino porque consideramos a China como un importante factor den la política internacional y en la seguridad regional y un potencial compañero en muchos aspectos".
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