García Márquez, guionista de televisión
'Crónicas de una generación trágica' relata la lucha por la independencia criolla
Crónicas de una generación trágica es el título de la serie de seis capítulos para televisión que ideó el escritor Gabriel García Márquez sobre los primeros revolucionarios americanos que a finales del siglo XVIII se levantaron contra la corona española.Con el ímpetu emancipador de los criollos neogranadinos que ni el mismo rey, con su poder emanado de Dios, logró detener, con sus triunfos y derrotas en batallas políticas, militares y científicas, como la expedición botánica, dirigida por el gaditano José Celestino Mutis, García Márquez tejió el proyecto que se emitirá a final de mes por la televisión colombiana,
"La serie recoge los conflictos y episodios más sobresalientes de una generación que a nuestra manera de ver fue la primera que pensó políticamente este país que hoy es Colombia. Y la pensó políticamente para bien y para mal, porque en los 35 años que transcurrieron de 1781 a 1816 se bosquejaron todos los vicios y virtudes que signan nuestra actual confusión", comentó a EL PAÍS el director Jorge Alí Triana.
"Ineptos, egoístas y embrolladores son nuestros gobernantes. Esta revolución es una subasta de empleo, rentas y honores", afirma en uno de sus parlamentos el actor Luis Fernando Montoya, quien caracteriza a Antonio Nariño, el traductor de los Derechos del hombre, que sembró la semilla libertaria y es probablemente la figura más reivindicada por la serie, así como también la más ensombrecida por la historia oficial y académica.
Nariño es el hilo conductor de los seis episodios desde la revuelta de Los comuneros, con sus 20.000 criollos ansiosos de independencia y hastiados de impuestos, hasta La pacificación, cruel periodo de tres años en el que el general Pablo Morillo se ensaña contra los rebeldes de ultramar, respaldado por los triunfos frente al Ejército napoleónico en la Península.
El proyecto que los colombianos verán en dos entregas de tres horas cada una el sábado 30 y el domingo 31 fue largamente decantado por el Nobel hasta que en 1991 lo retomó la estatal Compañía de Informaciones Audiovisuales para concretarlo con una partida de 750.000 dólares.
A la investigación histórica que concluyó en octubre de ese año sucedió la elaboración de los guiones a cargo de Estela Malagón, quien para finales de 1992, y con el visto bueno de García Márquez, los entregó al director Jorge Alí Triana.
Cuatro meses duró el rodaje en localidades como Villa de Leiva, Barichara, Monguí y Cucunubá, donde la arquitectura colonial de muros blancos, ocres y rosados y las callejuelas empedradas recibieron como si nunca se hubieran ido de allí a los primeros rebeldes americanos, encarnados por 5.000 actores nacionales.
Crónicas de una generación trágica es el tercer trabajo conjunto de Triana con García Márquez, de quien ya llevó al cine, la televisión y el teatro Tiempo de morir, En este pueblo no hay ladrones y La cándida Eréndira, y el penúltimo, pues para 1994 ambos preparan Edipo alcalde, una versión garcia-marquiana del clásico griego en la que la española Charo López interpretará a Yocasta.
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