España cree que logrará la Agencia de Medio Ambiente en el reparto de las sedes

El primer ministro belga, Jean Luc Dehaene, llegó anoche a Madrid y hoy se entrevistará con su homólogo, Felipe González, para preparar la cumbre extraordinaria de los Doce que presidirá el viernes en Bruselas. El Gobierno español confía en obtener la sede de una de las instituciones comunitarias de nueva creación, la Agencia de Medio Ambiente, que serán asignadas pasado mañana.

Dehaene no pudo viajar a Bonn, donde González pasó parte del fin de semana, y el actual presidente del Consejo Europeo optó por desplazarse a Madrid, desde dónde hoy volará a Londres.Al margen de celebrar la inminente entrada en vigor del Tratado de Maastricht, la cumbre deberá proceder al reparto geográfico de las sedes de nuevas instituciones comunitarias entre las que España aspira a acoger la Agencia de Evaluación de los Medicamentos, que se instalaría en Barcelona, o la Agencia de Medio Ambiente, para la que se ofreció un palacete madrileño.

En un principio Dehaene, según fuentes diplomáticas del Benelux, pensó ofrecer a España la Oficina de Marcas, pero la reacción negativa que suscitó su sugerencia le ha hecho rectificar. Ahora se inspira para su propuesta en la distribución que sugirió en junio de 1992 el primer ministro luso, Anibal Cavaco Silva, que ofrecía colocar Medio Ambiente en Madrid y no en Copenhague, la gran rival de la capital española.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, admitió ayer que su Gobierno tenía una "prioridad definida" sobre qué sede debe obtener pero se negó a revelarla. La víspera, en Lisboa, calificó, sin embargo, el reparto que Cavaco puso sobre el tapete como "el mejor al que se ha llegado nunca" y lamentó que no se hubiese plasmado a causa del veto del Reino Unido. Su primer ministro, John Major, fue el único que se opuso al proyecto de Cavaco porque entonces pretendía quedarse con la sede del Instituto Monetario Europeo (IME), embrión del futuro banco central de la CE con el que se quedará finalmente Alemania.

Como premio de consolación, Dehaene tiene la intención de ofrecer al Reino Unido la Agencia de Evaluación de los Medicamentos, con sede en Cambridge, por la que compiten Lisboa y Barcelona. Esta sería la principal miodificación que el jefe del Ejecutivo belga introduciría en el proyecto original de Cavaco.

El Gobierno portugués está dispuesto, según fuentes diplomáticas, a conformarse con la sede de una institución menor como el Observatorio Europeo sobre las Drogas. España, por su parte, aceptaría sacrificar la revindicación de Barcelona con tal de quedarse por lo menos con Medio Ambiente.

Aunque la Agencia de Medio Ambiente generará en su entorno un menor volumen de negocios que la de Medicamentos, que atraerá a la industria fármaceutica, en la Administración se cree que su presencia en España servirá de estímulo para llevar a cabo el gran esfuerzo que el país requiere en esa materia.