Descubierta una nueva via de entrada del virus del sida
Un segundo receptor actúa de grúa para introducir el VIH en los linfocitos T
El científico Ara Hovanessian, del Instituto Pasteur de Paris, declaró ayer: "Sí todo progresa tal y como esperamos, dentro de dos años podremos inyectar en los enfermos de sida inhibidores lo bastante potentes como para bloquear el virus del sida". Hovanessian y sus colaboradores Callebaut, Krust y Jacotot han logrado identificar un segundo co-receptor del VIH. "En realidad, hemos descubierto que no bastaba un solo receptor, la molécula CD4, sino que era preciso un segundo, el CD26, para que el virus pudiese penetrar en los linfocitos CD4, primera etapa de la infección".
Hovanessian ha querido comparar la relación entre el virus y las células que ataca en primer lugar, los linfocitos T CD4, que precisamente constituyen la defensa del organismo frente a los invasores, a la de un buque que llega a puerto. La carga sería el virus y el muelle la célula. La molécula CD4 de la superficie de la célula, que da nombre a la propia célula, actuaría como amarre y la CD26, la nueva, sería la grúa que lo depositara en el interior de la célula. "Sabiendo que el coreceptor tenía que ser una proteína de superficie, nuestro trabajo ha consistido en buscar una enzima específica para los linfocitos T y que tuviera una afinidad con la cubierta del virus", explica Hovanessian.Con la ayuda de los ordenadores, que han comparado centenares de virus de distinto tipo, se han logrado identificar las constantes existentes entre los mismos. Luego se ha procedido a la experimentación de la hipótesis: "Hemos realizado una serie de experiencias utilizando inhibidores y anticuerpos específicos de la molécula CD26. En las. células de los ratones, que no poseen naturalmente los receptores humanos CD4 y CD26 en los linfocitos T, hay que lograr que éstos aparezcan para poder infectar las células".
Hoy serán presentados oficialmente, en el transcurso de una de las jornadas de un coloquio internacional que se celebra en Marnes-la-Coquette sobre la investigación relacionada con el sida, los resultados del trabajo de Ara Hovanessian y su equipo, que han sido definidos como la "identificación del mecanismo de ataque del virus del sida".
El haber logrado identificar las características de los receptores humanos del virus, que también pueden ser descritos como las "llaves de acceso de la enfermedad", hace que los científicos franceses se muestren muy esperanzados en su labor de modificación de dichas características: "Basta con modificar la cerradura para impedir la entrada del virus", aunque reconocen que el camino es largo y difícil.
Hasta ahora la versatilidad del virus del sida desconcertaba a los investigadores, que no creían poder hallar una vacuna polivalente contra todas sus variantes. "Aunque el virus cambia constantemente, sus llaves son siempre las mismas", resumió Hovanessian. "Está claro que los inhibidores específicos para CD26 bloquean su actividad enzimática en la superficie de las células y hemos comprobado cómo así se impide la entrada tanto del VIH-1 como la del VIH-2".
La demostración del papel importante desempeñado por el CD26 en los mecanismos que permiten al virus penetrar en los linfocitos T e infectarlas abre nuevas perspectivas tanto en la línea de búsqueda de un vacuna como en la de agentes terapéuticos.
Hovanessian es director de investigaciones en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) y jefe de la unidad de virología e inmunología celular del Instituto Pasteur. Su labor se ha desarrollado en la más estricta cofidencialidad "hasta que hemos logrado que todo quedase probado de manera irrevocable", según ha declarado.
Bloquear el acceso del virus del sida a los linfocitos T, e impedir su multiplicación dentro de ellos sería la primera línea de lucha contra la enfermedad, pero el nivel biológico al que funcionan estos mecanismos les hace difícilmente accesibles.
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