Argentina teme una dramática polarización política ante el referéndum sobre la reelección presidencial

La convocatoria del plebiscito sobre la reforma constitucional, previsto para el próximo 21 de noviembre, abre un periodo de incertidumbre en Argentina. Se teme una polarización que degenere en violencia con motivo de la reelección del presidente Carlos Menem, de 63 años, que es el punto central de reforma constitucional. La propuesta ya ha azuzado la disputa entre el Gobierno peronista y la oposición de la Unión Cívica Radical (UCR).Para el periódico conservador La Nación, portavoz de la oligarquía argentina, la cuestión no ofrece la menor duda. En su editorial del domingo reafirmaba de forma tajante lo que ya había escrito el pasado 26 de septiembre: "La vía del plebiscito es inaceptable. Se corre el peligro de que el país ingrese en un sombrío periodo de reproches y cuestionamientos institucionales, con el consiguiente descenso del nivel de seguridad y confiabilidad jurídica, valores que Argentina no puede darse el lujo de dilapidar sin poner en riesgo los avances obtenidos desde 1983".

El afán del Gobierno por conseguir a cualquier precio la reelección de Menem y el de la oposición radical por impedirla como sea privará a Argentina de una oportunidad histórica de conseguir una reforma que permita adecuar la antigualla constitucional vigente a los tiempos actuales. La incapacidad para lograr un consenso amenaza con convertir en una auténtica chapuza la reforma constitucional.

Los radicales (UCR), tras su desastre electoral del pasado 3 de octubre, parecen haber reducido toda su aportación a la lucha política a un solo tema: impedir la reelección de Menem. La incapacidad del radicalismo de ofrecer una alternativa a Menem y el programa económico que dirige el ministro de Economía, Domingo Cavallo, ha quedado de manifiesto de forma palpable en una reciente reunión de los militantes de la capital. En vez de dedicarse a analizar con seriedad su fracaso, se cayeron a golpes. Deseosos de emular a sus contrincantes peronistas, cuando sacudieron a periodistas opuestos a Menem, algunos radicales se dedicaron al deporte de zurrarle la badana a los fotógrafos que trataban de captar las disputas internas del radicalismo.

Las posibilidades de Alfonsín

Los radicales debaten la respuesta ante la convocatoria del referéndum y dudan entre proponer el no o la abstención. La opción por el no parece defenderla el ex presidente Raúl Alfonsín, que cuenta con posibilidades de convertirse de nuevo en líder de la UCR. Al ex candidato presidencial y gobernador de Córdoba Eduardo Angeloz le resulta dificil defender el no a la reelección, porque él mismo se benefició de una reforma constitucional en su provincia que le ha permitido tres mandatos.El plebiscito no es una figura prevista en la Constitución y sólo tiene carácter indicativo para presionar a la Cámara de Diputados, donde el peronismo no cuenta con dos tercios necesarios para hacer pasar la reforma que desea. Este carácter no vinculante del plebiscito hace que la participación no sea obligatoria como en las otras elecciones. Por eso el radicalismo puede capitalizar la abstención y proponer como lema "No vote o vote no ".

Menem, por su cuenta, ya ha declarado, en una entrevista que publicaba el domingo el diario Clarín, que considera ganado el plebiscito si el 21 de noviembre consigue el 50% más uno de los sufragios, aunque espera lograr un 60% de votos.