Los sindicatos dicen que los presupuestos para 1994 no son los que necesita Madrid

Los secretarios regionales de UGT y CC OO, José Luis Daza y Rodolfo Benito, salieron ayer muy cautos de¡ debate con el consejero de Hacienda, Ramón Espinar, sobre los presupuestos. No quieren valorar las cuentas del Gobierno para 1994 hasta que el Ejecutivo se pronuncie sobre sus propuestas de modificación. Los sindicalistas repitieron el mismo discurso que abandera la Administración: restricciones al endeudamiento y prioridad absoluta del empleo. Sólo a Daza se le deslizó un comentario agrio: los presupuestos no responden a la política que Madrid necesita

Para CC OO y UGT, la "columna vertebral" de los presupuestos del próximo año debe ser el apoyo al Plan por la Industria y el Empleo, suscrito el pasado mes de febrero por los sindicatos, la patronal y el Gobierno regional. Para el próximo año, este objetivo está dotado con 76.000 millones de pesetas, repartidos entre diferentes partidas presupuestarias.Los capítulos que queden fuera de este objetivo deben restringirse, según dijeron los sindicalistas en rueda de prensa. No quisieron especificar a qué consejerías habría que apretarles el cinturón: "Por ejemplo, políticas de cooperación local...", sugirieron.

"Racionalización"

Lo que sí dejaron claro es que con la sola "racionalizaciónde los presupuestos y la acción coordinada de las consejerías implicadas en la reactivación del empleo y la industria se ahorrarán cuantiosos costes de gestión y se impedirá el bloqueo de partidas encorsetadas en planes de difícil ejecución.

En esta línea, llegaron a un acuerdo con la Administración para crear una comisión paritaria que "tome el pulso" trimestralmente a la ejecución presupuestaria del Plan para la Industria y el Empleo, según explicaron.

Los sindicatos defendieron, además, las prestaciones de carácter social, la apuesta por la construcción de viviendas e infraestructuras y el mantenimiento de los gastos de personal para garantizar la "flexibilidad, cercanía, transparencia y eficacia" del engranaje administrativo.

Además de plantear modificiaciones en las partidas, los líderes sindicales propusieron al consejero la creación de un "nuevo escenario" económico destinado a la rehabilitación de las viviendas del centro de Madrid. Con este proyecto se cumpliría el doble objetivo presupuestario, según explicó el dirigente de CC OO: crear empleo e impulsar la industria, además de adecentar el escenario urbano de la capital.

Los sindicalistas apelaron, como viene siendo habitual en sus últimas comparecencias, al compromiso de las entidades financieras con la reactivación de la economía madrileña. En esta línea, criticaron la postura de Cajamadrid y exigieron una "cambio de rumbo" en su política, "para que sus beneficios reviertan en sus únicos socios: la sociedad madrileña", según palabras del ugetista José Luis Daza, quien puntualizó: "Que dedique el 100% de sus beneficios a fondos sociales y no a casas de cultura".

Ni los sindicatos ni el consejero de Hacienda apostaron por el endeudamiento como fórmula para engordar los ingresos. Ramón Espinar cuestionó la propuesta de Izquierda Unida de incrementar los presupuestos y contestó que sólo hay dos alternativas: o aumentar la deuda, lo que sería una "irresponsabilidad política", o subir los impuestos, "un auténtico disparate en este momento". "De cada 100 pesetas que se emplean en servicios de la Comunidad, 35 se destinan a pagar la deuda", alegó. Espinar, no obstante, mostró su disposición a llegar a una solución negociada con IU.

Sobre la posibilidad de recabar financiación de la banca, el consejero señaló que está en negociaciones con la Asociación Española de Banca y con Cajamadrid para que destinen al menos 2.200 millones de pesetas a facilitar créditos a empresas en crisis.