Guerra lamenta que el PSOE permita los contratos blindados y sólo insista en atajar el fraude del paro
El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, expresó ayer en Granada su "inquietud" porque desde las filas socialistas se habla con insistencia de combatir el fraude en el desempleo y, por contra, se toleran los contratos blindados de los altos cargos de la Administración. Esta nueva autocrítica del número dos fue inmediatamente replicada desde Bonn por el secretario general. Según Felipe González, que hoy interviene en el mismo escenario que Guerra, el Ejecutivo creará "un mecanismo que haga imposible" esos contratos con indemnizaciones millonarias.
Alfonso Guerra agradeció "la valentía" de los. nacionalistas catalanes y canarios al apoyar los Presupuestos del Estado frente a la "cobardía" de otros grupos; reivindicó la utopía de la izquierda, e implícitamente censuró la campaña del PSOE en Galicia por no haber transmitido el mensaje que se esperaba de ese partido a la vista de que su pérdida ha ido a parar a otra formación de la izquierda, el BNG. "¿Se ha entendido el mensaje de los electores gallegos?", se preguntó Guerra en la inauguración de la conferencia de los socialistas andaluces, que empezó ayer en Granada.Quienes esperaban un discurso en clave interna de Alfonso Guerra tuvieron que esforzarse para encontrar elementos diferenciadores con lo que viene siendo la línea programática del secretario general, Felipe González. No obstante, hubo matices que le pueden situar en contradicción con sectores gubernamentales, sobre todo del área económica, y, en cambio, tuvo coincidencias evidentes con dirigentes renovadores.
Dirigentes nacionales del PSOE presentes en la conferencia reconocieron en las palabras de Guerra sobre el fraude frases pronunciadas por el presidente madrileño, Joaquín Leguina, hace dos semanas en el congreso de las Juventudes Socialistas. Tanto uno como otro consideran desmesurado que se quiera equiparar el fraude que pueda cometer un parado al recibir un subsidio que no le corresponde con la defraudación a Hacienda que realizan empresarios y profesionales liberales. En la misma línea ambos se extrañan de que no se critique, en cambio, los contratos blindados en la Administración, que permiten a los altos cargos públicos cesar con indemnizaciones millonarias.
Guerra dijo ayer que las prestaciones sociales sólo deben ser recibidas por quienes las necesitan y que, por tanto, está de acuerdo en luchar contra el fraude, pero sin que ello signifique que por mor de esa lucha "se dejen sin derechos a algunos colectivos". Se insiste en el fraude del PER (Plan de Empleo Rural) y se permiten los contratos blindados, insistió. A continuación puso el ejemplo que también esgrimió Leguina sobre la incredulidad que merece el hecho de que la renta media declarada por un trabajador sea de 1.500.000 pesetas anuales y la de los empresarios ni siquiera llegue a esa cantidad.
La frase recibió el aplauso de los casi 3.000 asistentes a esta conferencia granadina. Alfonso Guerra advirtió que no iba a inmiscuirse en los trabajos que empezaban a continuación, y que sólo iba a exponer algunas reflexiones.
Guerra se extendió sobre la situación económica internacional de grave crisis, las causas que la han motivado y las distintas opciones que barajan los gobiernos y los economistas occidentales para encontrar su salida. Y no dejó dudas respecto a que su opción está entre los que proponen que en las recetas no se incluya la restricción de derechos adquiridos por los trabajadores y por la sociedad en su conjunto en las últimas décadas.
Chaves, centrista
Antes del número dos tomó la palabra el presidente de la Junta andaluza, Manuel Chaves, cuya intervención claramente centrista no gustó especialmente a algunos renovadores andaluces. Chaves insistió en la integración de todas las posiciones para que se desemboque "en la síntesis de las ideas y en la síntesis en los órganos de dirección del partido; integración para la renovación".
Emilio Carrillo, que obtuvo el 30% de los votos en el congreso extraordinario de los socialistas sevillanos, vaticinó la pérdida de la mayoría absoluta del PSOE en las próximas elecciones autonómicas andaluzas si el partido no hace una apuesta decidida por la renovación: "Es necesario reaccionar para que la sangría de votos no tenga continuidad en Andalucía".
Por el contrario, los guerristas -y en esto fue bastante claro Guerra- mantienen que los malos resultados de Galicia se deben a la ausencia de un mensaje claro destinado al electorado de izquierda. De hecho, el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, calificó de "carga de profundidad", la reflexión del vicesecretario general socialista sobre el fracaso electoral gallego.
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