Jerry Goldsimth: "Odio a los minimalistas"

Jerry Goldsmith (Los Ángeles, 1929), el compositor de la banda sonora de Instinto básico, dirigirá el jueves en Sevilla, con la Orquesta Sinfónica de Madrid, el estreno de la banda sonora de Alex North que Stanley Kubrick rechazó para su película 2001, una odisea en el espacio. Goldsmith considera este caso como ejemplo del empecinamiento de un director cuya bronca con North contribuyó a que el compositor se negase en vida a estrenar la partitura. Goldsmith, uno de los más exigentes autores de música de películas, dice, tras profesar su odio a los minimalistas, que "vamos hacia un nuevo romanticlismo".

La banda sonora de fragmentos de música clásica que luego utilizó Kubrick en 2.001 convirtió a Richard Strauss y su Así habló Zaratustra en éxito masivo. La viuda de North, fallecido en 1991, se dirigió a los Encuentros de Música de Cine de Sevilla, donde se le había dedicado un homenaje a su marido, con el fin de estrenar la partitura que a Kubrick se le atragantó.Jerry Goldsmith, un hombre alto de pelo blanco parco en palabras, explica su forma de trabajar para el cine: "Veo la película y discuto la música con el director. Luego, mientras escribo la música, voy tocándosela al piano y seguimos discutiendo el director y yo. Por último, grabamos con la orquesta".

Este proceso supone un ritmo muy rápido, dados los apretados programas de las producciones de Hollywood. "Siempre trabajamos bajo esa presión, llevo Y años así y ya creo que no podría hacerlo de otra manera. Esa presión me satisface".

Goldsmith pertenece a una generación de músicos que surgió en los cincuenta, familiarizados con el jazz y los lenguajes contemporáneos. De hecho, cita para señalar el origen de sus influencias a Stravinski, Debussy, Bartok y Berg. Su única bestia negra son los minimalistas. "Los odio", dice, "siempre tan aburridos. Lo único interesante de sus obras es el final".

Una nueva voz

Jerry Goldsmith está convencido de que se acerca un neorromanticismo, una música que salga de los puros dominios de la técnica a la búsqueda de distintas aproximaciones emocionales. "Se busca una nueva voz, un nuevo Stravinski", dice. Pero el límite entre emoción y facilidad contagiosa es difuso, sobre todo en la música de cine, y los expertos en este género dicen que el propio Goldsmith sufrió un bache cuando surgieron las bandas sonoras acarameladas estilo John Williams. El sutil atrevimiento de Goldsmith se refleja en El planeta de los simios, por ejemplo, donde huyó de los sonidos electrónicos al uso en la ciencia ficción y aumentó los efectos de percusión de la orquesta convencional logrando una partitura con resonancias de Bartok. La música de Freud, de John Huston, es un ejemplo de homenaje a la escuela vienesa.'La música para el cine se escribe desde un sentido emocional", explica Goldsmith, "es música programática y tiene que hacerse accesible. El espectador suele ir a ver una película una sola vez y tienes que atraparlo de inmediato".

Los conciertos que dirigirá en Sevilla Jerry Goldsmith forman parte del 7º Encuentro Internacional de Música de Cine, patrocinado por la Fundación Luis Cernuda y el Ministerio de Cultura y organizado por Carlos Colón y José María Mellado.

El primer concierto incluirá un homenaje a compositores de música de cine como Alfred Newman (Eva al desnudo); Franz Waxman (El héroe.solitario); Bernard Herrmann (Psicosis); Alex North (Viva zapata y la suite sinfónica en cuatro movimientos para 2.001 una odisea en el espacio). En la segunda parte y en el segundo concierto, Goldsmith dirigirá obras suyas de películas como Capricornio 1, Star Treck, Chinatown, Poltergeist, Papillón, Instinto básico o Alien.