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Investigaciones periodísticas cifran en más de 500 los muertos en el asalto al Parlamento ruso

Mas de quinientas personas perdieron la vida (la cifra oficial es de 150) en el asalto al Parlamento ruso ordenado por el presidente Yeltsin el pasado 3 de octubre, según el resultado de una investigación de periodistas, rusos y las declaraciones de testigos oculares. El periódico Komsomólskaya Pravda publica un trabajo en el que se sugiere que los cuerpos fueron evacuados subrepticiamente a través de pasadizos subterráneos. El rotativo ruso publicó ayer testimonios de criminalistas que accedieron a la Casa Blanca (sede del Parlamento) sólo tres días después del bombardeo.

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Estos testigos indican que se apreciaban rastros inequívocos de que una gran cantidad de sangre fue "lavada" de los suelos de los pisos afectados.Las pesquisas de los articulistas revelan que en el momento del ataque centenares de defensores se concentraban en los pisos superiores del edificio, precisamente los que fueron blanco del intenso fuego de artillería de carros de combate y vehículos acorazados.

Las tropas gubernamentales, según un funcionario del Ministerio del Interior, no escatimaron munición en su operación contra los partidarios del líder del legislativo, Ruslán Jasbulátov, y del vicepresidente ruso, Alexandr Rutskói, sometidos durante más de doce horas a un fuego tenaz y casi ininterrumpido.

En concreto se utilizaron con profusión proyectiles de fragmentación y bombas incendiarias, que redujeron a cenizas la mitad superior de la sede del Parlamento, en cuyas dependencias un número indeterminado de personas fue pasto de las llamas, o murió por asfixia.

El fuego a discreción de las tropas regulares y los disparos de francotiradores situados en edificios aledaños probablemente causaron estragos entre los resistentes del Parlamento apostados en las ventanas.

Uno de los conductores de ambulancia que trasladaron los primeros cadáveres señaló que muchos de ellos presentaban orificios de bala en la cabeza, en el cuello y en el corazón.

Sin embargo, casi inmediatamente después de que los grupos especiales se hiciesen con el control de la situación y detuvieran a Jasbulátov, Rutskói y los cuatro jefes militares de la rebelión, el paso de la Casa Blanca fue bloqueado y se paralizó la evacuación de los cadáveres, so pretexto de que se abriría una investigación.

Esta situación se prolongó durante varios días, en los que ni siquiera a los médicos les fue permitida la entrada en la zona de los combates, sujeta a estricta jurisdicción militar.

Confusión informativa

A partir de entonces se produjo un torrente oficial de informaciones confusas y- contradictorias, que no permitían evaluar la cifra de víctimas de aquellos sangrientos sucesos.

La mañana del, 4 de octubre un consejero del presidente ruso Borís Yeltsin apuntaba la cifra de 500 cadáveres sólo entre las filas de los defensores del Sóviet Supremo, pero las autoridades rebajaban sustancialmente esta cantidad, aunque no aportaban datos concretos. Hasta la fecha, la cifra definitiva está envuelta en un halo de misterio, y a pesar de que fuentes oficiales arrojan un total de 150 muertos en los enfrentamientos de la Casa Blanca y de la torre de televisión, varios testigos apuntan cifras que superan con creces esta cantidad.

En concreto, el presidente de la República de Kalmykia, Kirsán Iliumzhinov, que participó en las negociaciones y en la evacuación de mujeres, declaró que pudo apreciar cientos de cadáveres cuando aún no habían concluido los combates.

La mayor incógnita reside en cómo fueron evacuados los cuerpos de las víctimas y dónde se encuentran ahora.

En el curso de la investigación, los periodistas de Komsomólskaya recabaron la información en los cinco depósitos de cadáveres de la capital rusa, y en ninguno de ellos habían ingresado cuerpos de defensores de la Casa Blanca.

En este punto, la publicación recuerda la red de pasadizos subterráneos que comunuca los sótanos del edificio con los túneles del metro, y apunta la posibilidad de que ésta fuera la ruta fúnebre y anónima de un buen número de cadáveres.

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