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Bautizo en Moscú del partido proyeltsinista Opción de Rusia

Pilar Bonet

La élite institucional rusa se reunió ayer en Moscú bajo la imagen del zar Pedro I el Grande para celebrar el congreso constituyente de la organización proyeltsinista Opción de Rusia, que nace para concurrir en los comicios con vocación de partido político, aunque evita esa denominación. Entre las personalidades que se concentraron en la Casa del Cine de Moscú faltaba, sin embargo, el personaje clave del evento: el presidente Borís Yeltsin, quien, contrariamente a lo anunciado, decidió conservar distancias con la Opción de Rusia y no acudió al congreso.

En lugar de Yeltsin intervino el jefe de su Administración, .Serguéi Filátov. La Opción de Rusia, dijo éste, será la base de la consolidación de todas las fuerzas democráticas, sobre la cual se apoyará el presidente en su política de reformas.

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El jefe de prensa de Yeltsin, Viacheslav Kostikov, justificó la ausencia del líder diciendo que éste se considera representante de toda la sociedad y, por lo tanto, se había distanciado un poco de la Opción de Rusia, el bloque de la "élite intelectual dernocrática". Yeltsin, dijo Kóstikov, no quiere fundar un partido presidencial. "Pero si la sociedad rusa le presiona puede dar este paso", agregó.

El reparto de puestos en las listas electorales y, la forma de organización definitiva eran los temas claves del congreso, que comenzó con un coro infantil y un repique de campanas asociado con la liturgia ortodoxa rusa. La Opción de Rusia ha elegido como símbolo una imagen de Pedro I a. caballo. En 1991, el equipo asesor de Yeltsin en las elecciones presidenciales desechó las recomendaciones de los expertos en opinión pública para que asociara su imagen a la de aquel polémico zar ruso.

Al lema de la Opción de Rusia -"Libertad, propiedad y legalidad"- se une la palabra "responsabilidad", que se ha convertido en el latiguillo de los líderes de la organización. Esta palabra, que permite positivar los fallos ya cometidos por el equipo gubernamental, era frecuente ayer en el discurso de Guennadi Búrbulis, el ex secretario de Estado de Rusia, y de Yegor Gaidar, el primer vicejefe del Gobierno. Estudios semánticos realizados por encargo de la organización propresidencial desaconsejaban el uso de los términos "mercado", "reforma" y "democracia", por estar "ideologizadas", y "patriotismo", por sus reminiscencias reaccionarias.

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Yegor Gaidar afirmó ayer que la política populista está agotada y anunció que el Gobierno mantendrá su política económica, pese a la campaña electoral. Gaidar anunció la limitación de los créditos de favor (que alientan la inflación) y el cese de los subsidios de importación (fuente de corrupción). El gurú de la reforma económica afirmó que no podía prometer "un camino fácil" para resolver los problemas. "Pero podemos prometer cosas que pueden cumplirse: un poder estable, una legislación estable, una legislación que defienda la propiedad privada y un reparto de los bienes sociales en beneficio de los verdaderamente necesitados", afirmó. Gaidar consideró que la primera tarea del nuevo parlamento -antes incluso de la reforma económica- es "la reforma de todo el sistema estatal ruso".

El congreso de la Opción de Rusia clarificará cuál es la influencia de los sectores más radicales en la coalición de fuerzas que apoyan a Yeltsin.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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