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CONSUMO

El Gobierno balear cree que la botella de agua que quemó un hombre fue manipulada

La Consejería de Sanidad de Baleares comunicó ayer que las quemaduras sufridas en el esófago por una persona en Menorca, tras consumir agua mineral de un botellín en un bar, fueron producidas por sosa cáustica y cloro, sustancias encontradas en los restos líquidos del envase vacío. Las autoridades creen que el caso es un hecho aislado y sospechan que hubo una manipulación ajena al proceso de producción industrial. Un total de 5.000 botellas de un cuarto de litro de la misma partida fueron inmovilizadas y se analizaron muestras de diferentes puntos de Baleares, con resultados negativos. La policía investiga el caso.La embotelladora de agua fabrica sus propios envases plásticos desechables en una factoría de Cataluña, por lo que se descarta que la sosa cáustica y el cloro, elementos utilizados en la fabricación de lejía industrial, procedieran de una cadena de lavado de botellas.

El consumidor que resultó herido y denunció el caso, José Quintana Coll, de 58 años, notó mal gusto y un fuerte escozor al beber el pasado domingo un sorbo de agua en un bar de Ciutadella de Menorca. El camarero retiró el precinto y destapó la botella en su presencia. Quintana reclamó a la dueña del bar, que probó el agua y sufrió también quemaduras en los labios. Quintana sufre esofagitis con irritación en la mucosa. Han pasado tres días de su ingreso en un hospital de Palma de Mallorca, y hoy iniciará la ingesta de alimentos sólidos. Se espera que sea dado de alta en las próximas horas.

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