Pogorelich: "Represento el triunfo del individuo frente al sistema"
El pianista croata realiza una gira de conciertos por España
Tenía 22 años cuando Ivo Pogolerich pasó de ser un simple aspirante a ganar la edición de 1980 del Concurso Internacional de Piano Chopin de Varsovia (Polonia) a ser un símbolo de la resistencia frente a los regímenes comunistas del Este de Europa. Trece años después, Pogorelich dice que nunca quiso ser aquello en lo que se convirtió: "Yo soy un pianista y quise proteger mi musicalidad, pero nunca pretendí ser otro músico famoso a causa del totalitarismo. Me veo sólo como el ejemplo del triunfo del individualismo frente al sisterna".
Pogorelich inició el jueves en Madrid una gira de conciertos con la Orquesta Nacional de Rusia, con la que actuará en Barcelona (día 13), San Sebastián (16), Mondragón (17) y Vitoria (18).En Barcelona, el pianista croata ofreció ayer una conferencia de prensa ante un grupo de periodistas. Pogorelich quería, por encima de todo, hablar de la Orquesta Nacional de Rusia, creada en 1990, a la que alaba y apoya siempre que se le presenta la ocasión, y de su periplo mundial, como embajador de buena voluntad de la UNESCO para recaudar fondos en la reconstrucción del patrimonio artístico de Dubrovnik, destruido por la guerra de la ex Yugoslavia. Pero respondió también a preguntas relacionadas con su pasado, con la época en la que se le consideraba y se le trataba como a una estrella de Hollywood y las quinceañeras ajenas al mundo de la música clásica llenaban las salas de conciertos en las que él tocaba.
Mujeres jóvenes
"No echo de menos aquella época", dijo, "pero he de reconocer que todavía ahora, y principalmente en Japón, la mayoría del público que acude a mis conciertos son mujeres jóvenes". Nacido en Belgrado en 1958 de padre croata y madre serbia, Pogorelich, que se considera croata, se trasladó a los 12 años a Moscú para proseguir sus estudios de música. En 1980 se presentó al Concurso Chopin y tras ser eliminado de la competición la pianista Martha Argerich abandonó el jurado en protesta contra el sistema de puntuación. El caso dio la vuelta al mundo y Pogorelich, en una entrevista a un diario estadounidense, acusó a Moscú y al partido comunista polaco de manipular el concurso para dar así "una bofetada política a Estados Unidos", ya que un mes antes había sido premiado en un concurso en ese país.
"En ese momento yo no quise hacer declaraciones políticas, quería preservar mi musicalidad y no convertirme en otro más de los músicos famosos del este de Europa que se habían enfrentado a un régimen comunista. Pero las cosas se desbordaron y de ser un símbolo de la liberación me convertí en una estrella con la que muchos podían ganar dinero a través de mi imagen. Ahora que todo aquello ha pasado, estoy contento de haber contribuido de alguna manera, con el mensaje espiritual de mi música, a que el mundo se libere del estigma de la orgía que ha envenenado el mundo durante 70 años", dice Pogorelich.
Usted habla muy mal de los regímenes comunistas, pero el capitalismo tampoco es un sistema ideal, se le dijo ayer a Pogorelich, y el pianista se limitó a comentar: "Es cierto, no es el ideal, pero enséñeme otro mejor". Pese a todas sus críticas, Pogorelich sigue alabando la educación musical que recibió en la ex Unión Soviética: "Fue tan buena que no hubiera podido encontrar otra mejor en ningún otro lugar del mundo ni pagando una fortuna. Cuando me marché de la Unión Soviética dejé voluntariamente atrás un mundo que no me gustaba, pero me llevé todo lo bueno que me enseñaron musicalmente. Éste es un ejemplo del triunfo del individualismo frente al sisterna".
Heterodoxia
Durante mucho tiempo, las interpretaciones de Pogorelich fueron consideradas polémicas por su heterodoxia. Él sigue siendo un pianista heterodoxo, pero sus ejecuciones ya no son objeto de tanta controversia. "Mis interpretaciones hacen descubrir a mucha gente, al igual que a mí, aspectos diferentes de una obra. Nada de lo que hago es fruto del capricho, es sólo el producto de la unión del buen gusto y el equilibrio. Siempre que se ha desatado la polémica ha sido porque un grupo de personas analfabetas, para quienes la música sólo es lenta o rápida, la han creado", aseguró el pianista.
Entre los conciertos que Pogorelich ofrecerá en esta gira se ha incluido, a petición del propio pianista, la población guipuzcoana de Mondragón. Ya hace ocho años, Pogorelich ofreció un concierto benéfico en esta población de 25.000 habitantes y destinó el total de la recaudación a la compra de instrumentos musicales para la escuela Arrasate Musical de Mondragón, donde mil personas estudian música.
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