La CE propone que España y otros tres países no paguen por ahora la 'ecotasa'

La Comisión Europea aceptó ayer la tesis defendida insistentemente por España respecto a la ecotasa: la exención temporal de la aplicación del impuesto ecológico a las energías más contaminantes a los países que menos C02 emiten a la atmósfera. El comisario de Medio Ambiente, Yannis Paleokrassas, propuso en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente, reunido ayer en Luxemburgo, que España, Portugal, Irlanda y Grecia no paguen por ahora esta ecotasa, que ha acaparado la atención de estos consejos en el último año.Paleokrassas aseguró en rueda de prensa que la propuesta recibió una "acogida positiva" de los ministros. Las principales reticencias pueden ahora venir por los plazos sugeridos. La propuesta de la Comisión señala que estos países tendrán que aplicar este nuevo impuesto (que grava sobre todo al petróleo y el carbón) cuando el aumento de sus emisiones llegue al 50% del aumento que prevén entre 1990 y el 2000. España prevé que sus emisiones de dióxido de carbono crezcan un 25% hasta el año 2000, por lo que debería implantar la ecotasa en cuanto alcanzara el 12,5%.

Aparte de esos cuatro países, el gran detractor de la ecotasa es el Reino Unido.

Las basuras alemanas

Junto a la ecotasa, la recogida y reciclado de envases fue el otro asunto estrella del Consejo de Ministros de Medio Ambiente. En la reunión de ayer, se hizo un duro repaso a las directrices impuestas en Alemania por el ministro Klaus Topfer, que obligan a las empresas a hacerse cargo de los envases que generan. Como el sistema de reciclado aún no está muy desarrollado, se recuperan enormes cantidades de residuos a los que se les da salida por la puerta falsa, enviándoles a otros países como España y Reino Unido.

La exportación de cientos de miles de kilos de papel usado a España est la poniendo en peligro los incipientes sistemas de recogida y reciclado nacionales, ya que las papeleras ven más rentable traer el papel de Alemania que montar sus propios sistemas de recogida. Las críticas de los otros ministros, incluido el español, José Borrell, llevó a Alemania a comprometerse en buscar un arreglo.

Los ministros de los Doce debatieron además el proyecto de directiva sobre envases y embalajes, y se mostraron de acuerdo en que lo mejor es reducir desde el principio la cantidad de estos residuos -es decir, que los productos lleguen al consumidor con menos envoltorios- Estudiaron la aplicación de incentivos económicos a las empresas para que produzcan productos con menos envases o más livianos. La presidenta del Consejo, la ministra belga Magda de Galán, destacó la necesidad de implantar un logotipo en los envases reciclables, como orientación al consumidor.