"Me siento un poco frustrada"
Victoria Abril termina estos días en Los Ángeles su primera aventura en Hollywood. La actriz española más solicitada por el cine internacional no parece respirar satisfacción personal tras esta experiencia. A sus 35 años, siente gran añoranza por la manera de hacer cine en Europa y echa mucho de menos el calor humano, las charlas y la comida de España y Francia. Muestra perplejidad por la forma de vida estadounidense y por su primer proyecto cinematográfico en Hollywood, mientras dice que se encuentra atónita por todo lo que acontece a su alrededor: "Me siento fuera de control", asegura."El rodaje de esta película es como un tren de compartimientos divididos. Todos vamos hacia el mismo sitio, pero cada uno tiene su propio vagón y sólo nos vemos a la hora de rodar", declara Victoria Abril. "Yo trabajo en función de lo que el director quiere y me pide, no en función de lo que salga, pero en este filme yo no sé lo que va a pasar ni lo que voy a hacer hasta el momento en que lo estoy rodando", agrega.
Victoria Abril define el planteamiento general del rodaje y producción del filme como una experiencia única en su carrera. La actriz dice estar "más en los aires que nunca", porque la película representa, según ella, una novedad en todos los aspectos.
"En estas condiciones, en esta película en la que no hay una interrelación ni comunicación con los actores, en donde hay una señora de luces que siempre ocupa mi lugar, en donde el operador ha iluminado otra cara, yo llego y apenas tengo un ensayo con el actor para ver qué vamos a hacer, y yo no estoy acostumbrada a eso sino a sudar mi trabajo, a ensayar un poquito, a calentar motores y luego a rodar", explica la actriz.
"Yo sé que funciono mejor con el sistema o modo europeo de hacer películas, y no cambio el ' remolque por la comunicación directa con el actor", añade Abril, que interpreta el papel de una peluquera española cuyo sueño es llegar a peinar a las grandes actrices de Hollywood.
Asegura que se sintió atraída por el guión desde un principio, aun cuando el papel es "a reacción", es decir, que se elabora basándose casi exclusivamente en la interpretación del actor Joe Pesci.
"Se dieron las tres condiciones necesarias para aceptar la oferta: director, guión y papel. Barry (Levinson) me mandó el guión, vino a España y, una vez que me vio, tomó la decisión de enrolarme, pero yo no tuve que venir a Hollywood para recibir la bendición de la Paramount, que son los estudios que financian la película", recuerda. "Y, de hecho, esto no fue una posición que yo tomé, sino que, simplemente, la realidad es que yo no podía venir aquí", añade.
Desde su llegada a Los Ángeles, el pasado 1 de agosto, dos días después de finalizar el rodaje de Kika con Pedro Almodóvar, Victoria Abril ha vivido en un céntrico hotel de Hollywood, muy concentrada en su trabajo, pero un tanto recluida a pesar de estar acompañada de sus dos hijos.
"Me falta sueño, porque el horario es tremebundo y las veinte mil horas no te las quita nadie", declara. "Pero me siento un poquito frustrada, porque extraño la búsqueda del actor y porque fuera del trabajo profesional no logro mantener una conversación durante más de dos minutos", dice. "Hace ocho semanas que no paro de decir lo mismo porque no consigo avanzar, y no entiendo cómo la gente puede vivir sin un poquito de contacto directo", añade.
La actriz, que define Los Ángeles como "una macrociudad espeluznante", subraya que ha aprovechado su situación "desestabilizante", en la que se encuentra un tanto perdida, para incorporar algunos matices a su personaje. La actriz destaca que, a pesar de "arrastrar negativos" desde el comienzo del día, su temor ante el inglés desapareció al comprobar que la falta de práctica con el idioma no representaba un impedimento para desarrollar su papel.
"Lo que más me asustaba, que era desenvolverme en inglés, no resultó ser tan difícil", indica. "Es el problema de la comunicación, que para mí es fundamental, y que además aquí todo se dice, siente y vive de otra manera que en Europa; aquí todo está en pulgadas, millas, onzas y grados Farenheit. Aquí pierdes el norte un poquito", señala.
Sin embargo, cuando faltan pocos días para finalizar el rodaje, Victoria Abril afirma que las costumbres estadounidenses y el estilo de hacer cine en este país nunca será prioritario en cuanto a las decisiones que pueda tomar para futuros proyectos en Hollywood. "Ahora ya sé a lo que vengo. Ya estoy vacunada. Vendré a trabajar. Sabré que no tengo que pedirle nada a nadie, que no te van a regalar nada, ni siquiera un poquito de conversación. Y vendré con la mayor posibilidad de vida interior", comenta. "Desde luego, cuando vuelva a Madrid, lo primero que voy a hacer es ir a mi tertulia de los miércoles", puntualiza Victoria Abril.
Victoria Abril viajará de Los Ángeles a Malta en la segunda semana de octubre para comenzar el rodaje de otra película, Casque bleu, dirigida por el francés Gérard Jugnot, una comedia sobre un grupo de turistas franceses a los que les sorprende el inicio de una guerra en un país imaginario de Europa. "Me voy a la isla de Cominos, donde sólo hay dos hoteles, en uno vivimos y en otro rodamos, y además conozco a todo el equipo personalmente: me sobran 39 personas para tener un poco de conversación", anuncia la actriz, que ha rodado con Vicente Aranda, Almodóvar y Barry Levinson (director de El hombre de la lluvia y Bugsie, entre otras) en el transcurso del presente año.
La actriz española tiene previsto su regreso a Europa para el próximo 8 de octubre, donde ya no, tendrá que ver el mismo menú del hotel todos los días, ni descubrir que "el agua del lavabo se va al revés", ni probar los pasteles, "que saben todos a canela", y ni siquiera beber el café americano que "da acidez".
Babelia
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