Un error en la radioterapia causa la muerte a decenas de enfermos en el Reino Unido

Decenas de pacientes han podido morir de cáncer debido a un error en el tratamiento de radioterapia proporcionado por el Hospital de Stoke on Trent, al norte de Inglaterra, durante un periodo de nueve años. Este incidente, que se produce semanas después de que otro hospital público británico reconociera fallos en el diagnóstico de 42 casos de cáncer, pone en cuestión, una vez más, el prestigio del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.Según las investigaciones dirigidas por dos especialistas en quimioterapia, el Hospital de Stoke on Trent dio dosis insuficientes de radioterapia a sus pacientes de cáncer desde 1982 hasta 1991. Al menos 401 personas, tratadas en este centro clínico, han muerto desde entonces.

El informe, que se dio a conocer ayer, responsabiliza a la doctora Margaret Grieveson de unos errores en el tratamiento de cáncer que pueden haber tenido "efectos contraproducentes" en un total de 491 enfermos. En esta ocasión no se trata de diagnósticos equivocados, sino de dosis muy bajas en el tratamiento por radioterapia que, en algunas ocasiones, concluyó en intervenciones quirúrgicas innecesarias.

Según el informe, la doctora Grieveson programó el ordenador del hospital para que redujera automáticamente el nivel de dosificación que se utiliza en el método isocéntrico. La responsable del incidente no comprobó que el sistema informático había sido programado antes de su instalación en el hospital.

A consecuencia de su intervención, la dosis de radiación fue reducida en dos ocasiones. Los pacientes recibieron, por lo tanto, niveles no adecuados para combatir su enfermedad.

La investigación ha cubierto los expedientes clínicos de 1.045 pacientes. De éstos, al menos 492 "sufrieron posiblemente efectos contraproducentes" debido a que el tumor se reavivó o nunca se anuló completamente.

Sin identificar

Los responsables de la investigación señalaron ayer, sin embargo, que "es imposible saber con seguridad cuántos pacientes murieron a consecuencia de la escasez de dosificación y cuántos hubieran muerto en cualquier caso". Y continuaron: "El número [de muertes] es más probable que se encuentre entre las decenas que entre los cientos". Igualmente aseguran que "es imposible identificar estos pacientes individualmente".De momento se han cursado más de 100 reclamaciones contra la autoridad sanitaria regional. Y, al menos tres personas han presentado una demanda judicial, cuyo resultado puede servir de modelo para el resto de los casos.

Los responsables sanitarios rechazan admitir cualquier acusación de negligencia en el tratamiento dado a sus pacientes de cáncer durante nueve años. Ayer, los gerentes del hospital de Stoke on Trent insistieron en que las recomendaciones incluidas en el informe "están funcionando ya para prevenir que se repitan incidentes semejantes".

La investigación preliminar evitó responsabilizar a la doctora Grieveson del fallo en la dosificación del tratamiento de radioterapia. Fue la propia doctora quien detectó el error en diciembre de 1991 y lo dio a conocer a las autoridades. Sin embargo, el informe publicado ayer indica claramente que el incidente se debió a un "fallo humano".