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Los musulmanes de Bosnia exigen paz por territorios

La asamblea de notables apoya el plan internacional sólo si los serbios devuelven zonas ocupadas

Los musulmanes bosnios, reunidos en una asamblea de líderes políticos y notables, se declararon ayer contrarios al plan de paz si los serbios no ceden antes diversos territorios que ocupan en la actualidad y que eran habitados por una mayoría musulmana antes de la guerra. El voto sobre el plan de paz, auspiciado por los mediadores internacionales David Owen y Thorvald Stoltenberg, demostró que el apoyo al proyecto en su actual forma es mínimo, a pesar de que la alternativa es la continuación de la guerra, y el estado bosnio no tiene reservas para el invierno.

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Pese a ello, no parece haber en Sarajevo nadie dispuesto a poner su nombre bajo el acuerdo que ponga fin a la existencia de Bosnia. Muchos parlamentarios y delegados musulmanes piensan que no hay sufrimientos y dolor que no hayan padecido ya y que "ante una paz tan injusta no se puede sino continuar la guerra justa". Si el Parlamento, que comenzó sus debates a última hora de la tarde de ayer, concluye su votación con un resultado similar al de la asamblea, el proceso de paz vuelve a sus inicios.Tras varias horas de discusión los parlamentarios decidieron aplazar la votación definitiva hasta hoy, aunque todos los indicios apuntan a que el Parlamento rechazara el plan de paz. Un miembro del Gobierno bosnio subrayó anoche "la imposibilidad moral de firmar".

En ese caso, resulta previsible una reactivación de los frentes de guerra entre serbios y musulmanes, casi inactivos desde que, al asumir los mediadores internacionales el plan de división étnica de los presidentes serbio, Slobodan Milosevic, y croata, Franjo Tudjman, las fuerzas del líder serbio bosnio Radovan Karadzic consideraban sus objetivos cumplidos.

Confficto en Bihac

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Por otra parte, la rebelión del miembro de la presidencia bosnia Fikret Abdic, que proclamó el lunes en la región de Bihac la autonomía de esta región respecto a Sarajevo, se considera en la capital de Bosnia como un claro caso de traición apoyado por Croacia. Líderes militares en Sarajevo aseguraban ayer que Abdic no tiene posibilidades de éxito, ya que el Ejército en aquella región del nororeste, aislada del resto de territorio bajo control bosnio, es leal a las autoridades centrales. Izetbegovic impuso anoche la ley marcial en Bihac, pero Abdic hizo un llamamiento a la población para resistir ante "la dictadura militar".

En la citada asamblea musulmana, de 349 delegados tan sólo 53 votaron a favor de la aceptación del plan sin condiciones, 78 en contra y 218 en favor del plan previa cesión de más territorios. Esta última opción equivale a un no, ya que la condición impuesta no tiene posibilidad alguna de ser aceptada por la parte serbia.

Nada más conocerse la noticia y sin que se hubiera aún producido el voto vinculante, el del Parlamento, comenzaron a caer granadas sobre la ciudad. Según caía la noche, se intensificaba el fuego de ametralladoras pesadas y las explosiones. El rotundo voto de la asamblea musulmana puede repercutir, sin duda, en el resultado del voto en el Parlamento. El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, abrió la sesión del Parlamento con el mismo discurso que pronunció ayer ante la asamblea musulmana.

El presidente dio ocho razones en favor de la firma del plan, entre ellas el peligro de que en una prolongación de la guerra se consume la extinción biológica de la nación musulmana en los Balcanes. En contra del plan dio cuatro razones y no hizo recomendación de voto alguno, ni ante la asamblea musulmana ni ante el Parlamento. Mohammed Filipovic, miembro de la presidencia y contrario a la aceptación del actual plan, expresó su convicción de que el Parlamento seguirá la recomendación de la asamblea.

Una mayoría de los parlamentarios bosnios, salvo los miembros de la oposición socialdemócrata y los representantes serbios y croatas, también habían asistido a la asamblea musulmana. El presidente de esta asamblea, el escritor Alia Isakovic, confirmó que la aceptación del plan bajo condición de nuevas devoluciones de territorio equivale a un rechazo. "Así puede ser interpretado", comentó.

El resultado causó sorpresa general ya que se esperaba que las condiciones a la aceptación del plan fueran garantías internacionales de protección y cumplimiento de los acuerdos, algo que podía haberse logrado. Sin embargo, nuevas exigencias territoriales a las fuerzas serbias de Karadzic no tienen posibilidad alguna siquiera de ser negociadas. El líder serbio de Bosnia, Radovan Karadzic, rechazó ayer cualquier revisión del plan de paz y advirtió a los musulmanes que se atengan a las consecuencias de una prolongación de la guerra.

Los partidarios de la firma aún tenían ayer esperanzas de que el voto de los parlamentarios fuera más conciliador que el de los delegados musulmanes, muchos de ellos representantes de comunidades expulsadas de sus pueblos y diezmadas en matanzas de las fuerza! serbias. Sin embargo, en el Parlamento, también representantes no musulmanes se manifestaron radicalmente en contra del plan de división.

Croatas traicionados

Los croatas de Bosnia, que representan casi el doble que los: habitantes croatas de la Herzegovina, la región que forma hoy la república croata de Herzeg-Bosna, se consideran traicionados por la política de Mate Boban, que los abandonó a su suerte al romper la alianza con el Ejército bosnio y apostar por la división de Bosnia-Herzegovina.

El líder musulmán Isakovic, cuya influencia sobre Izetbegovic ha crecido notablemente desde que este quedó convencido de que no podía esperar ayuda alguna de Occidente, manifestó ayer que la presidencia habrá de acudir de nuevo a Ginebra para exponer las correcciones al plan para que sea aprobado.

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