Los sindicatos agrarios franceses protestan en los accesos a París

Varios comandos de campesinos de la Coordination Rurale (CR), sindicato disidente de la FNSEA (Fedération Nationale des Syndicats d'Exploitants Agricoles) en el que se engloban comunistas, miembros del Front Nationale y muchos independientes, realizaron ayer bloqueos intermitentes en los accesos a París para protestar contra el acuerdo agrícola alcanzado entre EE UU y la CE, que debe recibir el visto bueno comunitario el próximo lunes."El problema del GATT es de todo el mundo: la tenaza americana quiere ahogarnos", según Jacques Laigneau, presidente de CR, que cifraba en 10.000 los agricultores que participaron en la protesta. En cualquier caso, los más de 800 policías lograron controlarles y evitar que sus "barricadas simpáticas" (móviles y de escasa duración) entorpeciesen realmente la circulación.

Ante la creciente ola de protestas agrícolas, sindicatos agrarios franceses y españoles llegaron ayer a un acuerdo en París destinado a coordinar sus acciones de cara a "confirmar la presencia de la CE en los mercados mundiales de productos agrícolas, mantener el principio de la preferencia comunitaria ' acompañada de las medidas antidumping necesarias y preservar la capacidad de evolución de la Política Agraria Comunitaria (PAC)".

El comunicado conjunto cobra especial relieve por faltar sólo 4 días para el Consejo de Ministros europeo en el que se debatirá el acuerdo agrícola de Blair House. El encuentro entre los representantes del FNSEA y los de ASAJA, COAG y UPA sirvió también para descubrir que, mientras los campesinos galos aceptan la PAC, los españoles no. Según Fernando Moraleda (UPA), "la PAC no contempla una redistribución presupuestaria que tenga en cuenta las características de las explotaciones familiares". A la hora de criticar el GATT sí existe unanimidad. "No se trata de que unos apoyemos a los otros por razones de solidaridad, sino de una auténtica comunidad de intereses de los campesinos europeos".

Para Pedro Barato (ASAJA) es importante que en la denuncia del acuerdo agrícola se hayan incluido demandas específicamente españolas "como el que los productos mediterráneos, como el vino o las frutas, no puedan salir perjudicados o que se tenga en cuenta la sequía cuando se calculan las superficies cultivables". Para Moraleda lo peor es que "por cada 20 dólares de subsidio a la producción que da EE UU, la CE sólo otorga 8, pero ellos tienen fama de abiertos y nosotros de proteccionistas".