El jefe del Gobierno destaca la buena disposición al diálogo por parte de los sindicatos

Felipe González afirmó ayer que la disposición de los sindicatos y demás interlocutores sociales para alcanzar un acuerdo con el Gobierno es "la mejor desde 1986" y se mostró abierto a una vía de diálogo con los renovadores de IU. Atacó al PP, al que acusó de desestabilizar los pactos del Gobierno, con los nacionalistas esgrimiendo la idea de un "chantaje nacionalista". Aseguró ante los parlamentarios del PSOE que "prácticamente la contención de gasto en prestaciones sociales, motivada por la caída de ingresos, se podría evitar si no hubiera el fraude fiscal y social que existe".

Felipe González destacó ayer la buena disposición de los interlocutores sociales para alcanzar el pacto social -"la mejor desde 1986", según señaló- y reiteró su disposición a realizar el "máximo esfuerzo" para llegar al "máximo de acuerdo posible" con ellos. También se mostró favorable, en su reunión con el Grupo Parlamentario Socialista, a no mezclar los temas en la negociación, y reconoció que las restricciones presupuestarias que se plantean por la caída de los ingresos y el incremento del gasto social, pueden "hacer difícil" el pacto social.Según indicó González, el Gobierno calcula que a finales de este año va a haber una desviación al alza de 413.000 millones de pesetas en las prestaciones por desempleo en relación con lo presupuestado para 1993. El jefe del Ejecutivo señaló como ejemplo de fraude reciente el aumento de la duración de las bajas por enfermedad a partir de la aprobación de la ley que hace recaer en las empresas el pago de los 15 primeros días de baja.

Estado del bienestar

Insistió ante el grupo en la defensa de la "viabilidad del Estado del bienestar" y propuso "una actitud ofensiva" en su respaldo, aunque admitió la necesidad de adaptarlo a la situación. Apuntó como dato que en el año 2020 uno de cada cinco trabajadores será pensionista. También expresó que la relación obrero-patrono "hay que situarla de otro modo" en el nuevo panorama socioeconómico, "de colaboracion por aumentar la competitividad".González consideró que la negociación de los pactos con los nacionalistas fue como una "prueba de gobernabilidad" y lanzó un ataque contra el PP por su "estrategia de desestabilización del Gobierno con los argumentos del chantaje nacionalista". "No ha habido ningún momento en que me haya visto sometido a una presión de los nacionalistas", aseguró, y aclaró a continuación los términos en que el Gobierno realiza la negociación con los nacionalistas: "Los presupuestos se negocian como tales, en función de las necesidades del país, y no a cambio de no se sabe qué. Esto no se ha planteado y no estamos dispuestos a que se plantee".

También criticó al PP por su posición contraria a aprobar la cesión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas. "Cuando tuvimos problemas para aprobar la cesión, ellos estuvieron de acuerdo, y ahora que el acuerdo es viable, se oponen", señaló González. Negó, asimismo, que hubiera pedido al presidente del Partido Popular, José María Aznar, que se opusiera a la propuesta de vacaciones fiscales procedente de los nacionalistas vascos.

En cuanto a la oferta de diálogo de los renovadores de Izquierda Unida (IU), señaló que estaba "totalmente abierto" a ella. "Reconozco que hay dificultades porque las posiciones son muy diferentes, pero estoy totalmente abierto a que se realice ese diálogo", dijo.