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Entrevista:

"Marx generará un nuevo impulso al pensamiento crítico"

Dussel, de 59 anos, nació en Argentina y se exilió en México en 1975. Es catedrático de Ética en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y uno de los principales exponentes de la teología de la liberación, sobre la que ha escrito varias obras. Dussel, que no se considera marxista, presentó su libro Las metáforas teológicas de Marx durante el congreso. "Marx no sólo ha muerto ", ha dicho Dussel, "sino que generará un nuevo impulso al pensar crítico filosófico, económico y teológico".Pregunta. El título de su libro, Las metáforas teológicas de Marx, le parecerá a muchos, o ironía, o anacronismo.

Respuesta. Lo que pasa es que Marx, autor hoy no de moda, retorna como un gran crítico del capitalismo. Y a lo largo de su obra lanza continuamente chistes y críticas veladas a nivel religioso. Lo que yo hice fue tomar todas estas metáforas religiosas, unirlas y preguntarme si eso no es un verdadero discurso. Y lo que acontece en sí lo es, en Marx hay un verdadero pensamiento crítico teológico.

P. ¿Y qué dice ese discurso?

R. Dice: la crítica tiene todo el derecho de poner al cristiano en contradicción con la Biblia. Si usted es cristiano y es capitalista, usted está en contradicción con la Biblia al ser capitalista. Este es el fondo de todas sus metáforas teológicas.

P. Entonces, ¿tenía Marx algo de teológo?

R. Creo que en Marx tenemos el caso de tesis teológicas muy finas de un pensador que no era creyente. Yo tomé los textos de Marx y me pregunté cómo trabaja la Biblia. Obtuve unas conclusiones inesperadas tanto para los marxistas, que ya no hay muchos, como para los cristianos que no saben hasta qué punto Marx apuntaba problemas teológicos.

P. ¿Como cuáles?

R. Por ejemplo, para Marx el capital es el anticristo. Es la bestia del Apocalipsis que él cita en El capital. Un texto del Apocalipsis dice: "Lo marcó en la frente, les puso su número y les permitió comprar y vender". Marx aplica este texto al dinero, que es el capital. Son metáforas, pero cientos de metáforas se convierten en el pensamiento de Marx.

P. ¿Es para teólogos o para marxistas?

R. Va dirigido a un hombre culto cualquiera que quiera enterarse de lo que pensaba Marx. Va dirigido a los marxistas escépticos para decirles usted no conoció a Marx; a los católicos militantes para decirles, usted tampoco conoció a Marx y quizá tendría razones para ser marxista.

P. Su planteamiento ¿es otra forma de acercarse al pensamiento marxista?

R. Más que al pensamiento marxista, al pensamiento de un autor desconocido. Porque Marx ha sido manipulado por las distintas internacionales y por el marxismo. Hoy tenemos a un Marx que ya se liberó de las corazas de las interpretaciones ortodoxas. Espero que el libro sea una de las primeras interpretaciones del clásico Marx, posterior a la caída de los burocratismos.

P. ¿Se puede readecuar el pensamiento de Marx?

R. Yo pienso que Marx vuelve porque es la última referencia filosófica y económica que tenemos. Es una crítica profunda, realmente pensada, del capital. Paradójicamente, el Marx que viene es el gran crítico del capital más que el que propone una utopía alternativa como el socialismo. Al Marx del socialismo hay ahora enormes correcciones que realizar. Pero el crítico del capital es el que ahora interesa.

P. ¿Cómo ve usted las actuales relaciones del Vaticano con el pensamiento marxista?

R. El Vaticano, sin conciencia explícita juega en este momento, por desgracia, la lógica de la dominación capitalista. Tuvo un gran papel en la lucha anticomunista pero una vez que el socialismo real se ha venido abajo, el Papa pierde su significación porque ahora empieza a criticar el materialismo del mercado, pero nadie escucha porque no le interesa, y además no va a tener importancia su crítica, porque está desautorizada por su propia posición anterior. En la lógica del Vaticano no puede haber una crítica al mercado puesto que está dentro. La Iglesia es cómplice porque sus bienes se juegan en el mercado.

P. Usted ha hablado de los excluidos de una ética vigente, ¿a quiénes se refiere?

R. En la ética machista, la excluida es la mujer. En la ética pedagógica de la dominación, el excluido es el niño, la juventud y la cultura popular. En la ética del capitalismo, son excluidos los obreros y pobres.

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