Clinton se compromete a mantener vivo el proceso porque "esto es sólo el principio"

Hace algunos años la revista Life publicó uno de esos montajes fotográficos de situaciones imposibles en las que aparecían el presidente de la Organización para la Liberación Palestina (OLP) abrazándose al primer ministro de Israel ante la mirada de Ronald Reagan. Eso que entonces era un simple broma se hará mañana realidad, aunque el testigo no será Ronald Reagan sino Bill Clinton, quien ayer advirtió que este momento histórico es sólo el comienzo de un cambio que devolverá una vida normal a Oriente Próximo. Para darle mayor significado al acto, que comenzará a las cinco de la tarde (hora española) se ha decidido que la firme se lleve a cabo sobre la misma mesa en la que Anuar el Sadat y Menajem Begin pusieron en 1979 su rúbrica sobre los acuerdos de Camp David.Bill Clinton se manifestó realmente excitado por esta oportunidad única que se le brinda de lucir en la escena internacional. "El lunes Israel y la OLP vendrán a la Casa Blanca par firmar un valiente e histórico acuerdo de paz, el primer paso para reemplazar la guerra por la paz y para devolver a los niños de Oriente Medio la oportunidad de crecer en una vida normal", dijo el presidente estadounidense.

Clinton añadió que lo más importante que puede hacer Estados Unidos a partir de ahora para contribuir al proceso de paz es "mantenerlo vivo, porque esto es sólo el principio". "Este acuerdo tiene el potencial para cambiar la forma en la que musulmanes, cristianos y judíos se han relacionado entre sí", declaró.

2.500 invitados

Clinton presidirá en la Casa Blanca un acto al que asistirán 2.500 invitados de todo el mundo. El más sorprendente de todos será el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, a quien hasta ahora no se le concedía visado de entrada en Estados Unidos ni siquiera para acudir a las Naciones Unidas. Formalmente, la OLP sigue siendo considerada en este país una organización que promueve el terrorismo, y, aunque Clinton anunció ya la reanudación del diálogo con los representantes legítimos del pueblo palestino, será necesario todavía que el Congreso anule las medidas contra la OLP.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, viajará directamente a Washington desde la localidad belga de Alden Bielsen, donde asiste a una reunión informal de ministros de Exteriores de la Comunidad Europea. Solana ha sido especialmente invitado por la Casa Blanca, ya que España albergó la histórica Conferencia de Madrid en octubre de 1991 que supuso el inicio de las negociaciones de paz para Oriente Próximo.

También asistirán el ministro de Exteriores noruego, Johan Joergen Holst, anfitrión de las conversaciones secretas de Oslo, y ruso, Andrei Kózirev, copatrocinador del proceso de paz.

Algunos detalles de la ceremonia, que será seguida por una cena de gala a la que asistirán 120 personas, están todavía por decidir. Entre ellos, el de las personas que firmarán los acuerdos. Aunque estarán presentes en el acto Arafat y el primer ministro de Israel, Isaac Rabin, todavía es posible que los documentos sean firmados a un nivel inferior.

A la hora de seleccionar invitados para el será el mayor acontecimiento del año en Washington han existido también muchos problemas. Entre los asistentes se esperaba la presencia de los cinco ex presidentes de Estados Unidos que siguen vivos, pero sólo dos de ellos han aceptado asistir, George Bush y Jimmy Carter.