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Más de 4.000 'puntos negros' por vertidos tóxicos industriales contaminan España

El nuevo Plan de Residuos reducirá en un 15% la producción de desechos en 5 años

El nuevo Plan Nacional de Residuos Industriales, que estará vigente desde el año que viene hasta 1998 y cuyo primer borrador ya está listo, tiene como objetivo reducir entre un 15% y un 25% la producción de esta basura tóxica, que supera los dos millones de toneladas anuales, según censos provisionales. Domingo Jiménez Beltrán, director general de Política Ambiental, dice que es muy urgente el control de esta gran masa de desechos peligrosos -ahorasólo recibe tratamiento un 30%-, porque la situación está llegando a un punto límite: un reciente inventario del Ministerio de Obras Públicas ha hallado 4.300 puntos negros en España, zonas contaminadas por los vertidos de la actividad industrial.

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Un estrepitoso fracaso

El análisis de los 250 puntos más contaminados ha arrojado otro dato escalofriante: su limpieza costaría alrededor de 200.000 millones de pesetas. Cataluña, País Vasco y localidades como Cartagena y Huelva figuran entre los más sucios.Una de las principales novedades del plan es la construcción de una planta integral nacional (incineradora incluida) con inversión pública, que sea pionera y sirva de referencia para la recuperación y tratamiento de toda clase de desechos peligrosos. Las negociaciones para su ubicación se prevén largas y polémicas.

Además, se levantará con dinero público un Centro Tecnológico Nacional de Residuos, donde se investigue y difunda la tecnología más adecuada para tratar cada tipo de residuos. "Esos dos centros darán la seguridad de que todo residuo va a tener su tratamiento, por complicado que sea, y no va a quedar sin control", dice Jiménez Beltrán, que añade que, aparte de esas dos inversiones públicas, la construcción de estas instalaciones corresponderá a la industria privada.

Ubicación e incineración

La intención del ministerio es que este plan sea "lo más legitimado y consensuado posible", para evitar el bloqueo que su-. frió el anterior plan, el de 198893. De ahí que Jiménez Beltrán prevea un otoño ajetreado, porque la intención es abrir un amplio debate con industriales, organizaciones ecologistas, comunidades autónomas, sindicatos... Dos de los puntos más conflictivos ya se saben: incineración y ubicación de las plantas. Jiménez Beltrán no quiere cargar las tintas sobre ninguno de los dos: "La incineración no será, ni mucho menos, el eje central, sino una alternativa más", cuando el depósito definitivo o temporal y el tratamiento fisico-químico-biológico no sea posible.

Sobre la ubicación, el responsable de Política Ambiental se remite a las negociaciones pendientes para establecer "una distribución geográfica adecuada". Durante todo el verano, los grupos ecologistas han mantenido una agresiva campaña contra lo que denominan "proyecto de convertir Cartagena en el basurero industrial de España".

Jiménez Beltrán destaca que el plan debe terminar con la obsesión de ver "maniobras sucias" de la Administración. Recuerda que España debe en esta década "reducir significativamente la generación de residuos y dotarse de una infraestructura que le permita ser autosuficiente en la gestión de estos desechos". El año pasado, España todavía exportó al Reino Unido y a Francia 7.000 toneladas de residuos peligrosos para su incineración.

Las previsiones del plan son incinerar 220.000 toneladas anuales; procesar física, química y biológicamente 190.000; y almacenar en depósitos de seguridad 730.000. La idea es contar para 1998 con una infraestructura capaz de tratar el 70% de los residuos generados.

El primer paso será firmar convenios para reducir la producción de desechos tóxicos por sectores y zonas. Ya están muy avanzados los del sector químico y el Grupo INI de empresas públicas. "Hemos analizado la producción de residuos por sectores y hemos comprobado que, en 10 años, es completamente viable alcanzar una reducción media de un 30% en la producción de estos residuos. En los cinco años de vigencia de este plan nuestro objetivo es alcanzar como mínimo un 15%".

"Aunque en incineración no hemos avanzado nada, en tratamiento físico-químico y depósitos sí se han hecho cosas interesantes en Asturias, Valladolid, Cataluña; y hay proyectos muy avanzados en Galicia y Aragón", indica Jiménez Beltrán. El martes entró en funcionamiento en Martorell (Barcelona) una nueva planta para el tratamiento de los residuos industriales producidos en Cataluña. La planta, de tratamiento físico-químico y biológico, ocupa 25.000 metros cuadrados y ha costado más de 2.000 millones de pesetas.

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