Directores de todo el mundo se unen en defensa del cine europeo
Por primera vez en la historia, directores de los cinco continentes se han reunido en Venecia para defender, como señaló Stephen Frears "un cine casi moribundo". La reunión tiene una finalidad clara: la creación de un foro mundial de autores en defensa del cine europeo.Los problemas a resolver son muy concretos: legislación sobre la tutela de creación cinematográfica, la defensa de los derechos de autor y, ante todo, el problema de la distribución, que privilegia al producto americano; problemas, en definitiva, que van del marco de la calidad de la película hasta la constitución de un tribunal intemacional en defensa de la libertad de expresión.
"Estamos al límite de la barbarie", dijo el presidente del grupo de cine del Parlamento Europeo, Leon Schwartzenberg. El deseo más intenso de esta reunión es que el acuerdo internacional del GATT fuese excluido del cine. Al respecto, señaló Jack Lang, antiguo ministro francés de Cultura, "no queremos constituir barreras, sino que deseamos que en las revisiones comerciales entre Europa y América no se asimile el cine a la agricultura. El cine no es un jabón".
En tomo al ex ministro se encontraban directores americanos como Robert Altman, James Ivory, Sydney Pollack, Nelson Pereira dos Santos, María Luisa Bemberg, Peter Weir, Chen Kaige, el español Juan Antonio Bardem, así como los italianos Rosi, Scola, los hermanos Taviani y Tomatore.
Una de las firmas al manifiesto coronó el acto: fue la de Steven Spielberg, que declaraba "los autores estamos indefensos; no hay un tribunal al que podamos realmente dirigirnos. En Estados Unidos, el problema es que el poder es de quien tiene el dinero. Al crear una obra o en nuestro caso una película, el propietario de la misma no es su autor, sino quien invierte el dinero", continuaba, "yo apoyo incondicionalmente nuestros derechos de autor y los derechos de creación propios".
Ante la indefensión que Spielberg, simple portavoz de otros autores innumerables, se creó asimismo la corte internacional por la libertad de expresión en las obras cinematográficas y audiovisuales en defensa de los derechos de autor, la integridad de las obras, la pluralidad de fuentes y de los medios de distribución. Spielberg además sustentó "la lucha de los autores europeos por su identidad; la distribución de las películas americanas asfixiando literalmente Europa".
Entre las intervenciones, destacó la de Robert Altman, quien reconoció el dominio del cine norteamericano, y señaló: "El problema de ahora es defender los derechos propios de Europa y dar fuerza a los jóvenes artistas estableciendo una base clara para el futuro".
