El mar devuelve un tesoro de los más
Reflotado un submarino alemán hundido frente a Dinamarca dos días antes del fin de la guerra
El legendario tesoro nazi, o una parte de él, podría hallarse en el interior del submarino U-534 de la Armada del Tercer Reich, rescatado el lunes del fondo de las aguas del Kattegat, el mar que separa Dinamarca de Suecia. Ayer, sin embargo, el gran cilindro oxidado y cubierto de moluscos seguía sin haber safid o del todo a flote, lastrado por cientos de toneladas de barro, por lo que los miembros de la compañía holandesa Smit Tak, que ha llevado a cabo la operación, desconocían aún lo que alberga en su interior. El U-534 se hundió el 5 de mayo de 1945 frente a la isla danesa de Anholt, dos días antes del fin de la guerra, alcanzado por una carga de profundidad de un bombardero Liberator británico.Las posibilidades de que esconda algo valioso no deben de ser tan despreciables si alguien como el editor danés Karsten Ree, de 43 años, ha invertido 400 millones de pesetas para una operación que, según asegura, sólo tiene por objeto convertirlo en pieza de museo. El U-534 pertenecía a la flotilla 33, cuya misión era el transporte de material valioso entre Alemania y su aliado el Japón imperial en compartimentos especialmente preparados.
La leyenda añade que el último viaje de este sumergible, que se inició escapando sigilosamente del puerto báltico de Kiel cuando ya Hitler se había suicidado y los aliados sólo esperaban a alguien que les presentara la rendición, lo querían aprovechar un puñado de altos cargos del régimen nazi para huir a Suramérica con todo lo que pudieran llevarse. Confirma esta teoría el hecho de que otros submarinos de esta flotilla, que fueron capturados o se rindieron en los últimos días de la guerra, llevaban cargas valiosas o documentos confidenciales escondidos en lugares secretos.
Algunos de los 49 marineros que sobrevivieron al naufragio, sin embargo, se han mostrado escépticos, asegurando que la carga consistía en 50.000 cigarrillos -la ración de la tripulación-, provisiones de viaje, amén de 15 torpedos. El lunes, mientras dos enormes grúas flotantes alzaban al U-534 desde 67 metros de profundidad, ocho marineros y cuatro miembros del Liberator contemplaban la operación.
El submarino ya está a flote, pero sigue lleno de agua y fango que ha aumentado su peso desde las 1.144 toneladas originales hasta 1.600, y mientras las potentes bombas no consigan vaciarlo y se desarmen los 15 torpedos no podrán entrar los expertos para buscar el supuesto tesoro. Según el equipo de rescate puede pasar un mes.Si el submarino esconde algo valioso, empezará entonces una batalla legal en toda regla. Ree y la Smit Tak, a quienes según las leyes danesas pertenece el submarino, deberán enfrentarse, por un lado, con el Ministerio de Defensa alemán, que se considera propietario del U534, y por otro, a un ciudadano noruego, el especialista en rescates Einar Hövding, que asegura tener un contrato por el que las autoridades alemanas le cedieron todos los derechos sobre los barcos hundidos en aguas danesas y noruegas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.