_
_
_
_

El ex primer ministro argelino Kasdi Merbaj, asesinado en una emboscada junto a su hijo

El ex primer ministro y ex jefe de la Seguridad Militar de Argelia Kasdi Merbaj fue asesinado a última hora del sábado en una emboscada en la que también perdieron la vida su hijo Hakim, su hermano Abdelaziz Jalef, su chófer y su guardaespaldas. Éste es el atentado más grave cometido en el país desde el que causó la muerte a Mohamed Budiaf, primer presidente del Alto Consejo de Estado (presidencia colegiada), el 29 de junio de 1992, y sume a Argelia, azotada por la violencia integrista, en una profunda incertidumbre que dificulta las posibilidades de reconciliación nacional.

Cinco desconocidos que se dieron de inmediato a la fuga ametrallaron los dos coches en que se desplazaban Merbaj y su familia. El político, de 55 años, se dirigía a su casa en Bordi el Bajri, la playa de Argel, que se extiende a 45 kilómetros de la capital y donde gran parte de la clase política suele tener una residencia de vacaciones. Chabolas y miseria donde el integrismo islámico tiene su caldo de cultivo bordean ese islote de riqueza, pero nada hace sospechar que hayan sido los integristas, que mantienen al Gobierno y a las Fuerzas Armadas argelinas en pie de guerra, los asesinos de Merbaj.Las primeras investigaciones indican que las armas utilizadas para cometer el atentado son de fabricación israelí. Los servicios de seguridad indicaron anoche que los casquillos de bala recogidos en el lugar de la matanza llevan la inscripción IMI (Industria Militar Israelí). Ello hace suponer que las armas utilizadas han sido metralletas UZI o Scorpion, fabricadas en Israel.

El Alto Comité de Estado (ACE), difundió un comunicado en el que reafirma su voluntad de "combatir sin tregua la barbarie terrorista". Sin escatimar elogios para las fuerzas de seguridad, el comunicado apela al "conjunto de los patriotas" a "hacer frente esta agresión que persigue desestabilizar el país".

La Revuelta de la Sémola

Merbaj era un hombre convencido de que había que integrar a los fundamentalistas en la vida política del país. De ahí sus críticas acerbas al Gobierno, al que culpaba de la crisis que padece Argelia, cuyo origen situaba en el "divorcio entre el pueblo y sus dirigentes". El 13 de julio pasado publicó una carta abierta a los militantes islámicos para que depusieran las armas y facilitaran la celebración de una conferencia de reconciliación nacional.Merbaj, que fue jefe de la Seguridad Militar durante casi tres décadas, cayó en desgracia con el presidente Chadli Benyedid, que lo relegó a ministerios como el de Agricultura, Salud e Industria Pesada. La llamada Revuelta de Sémola, en la que murieron 159 argelinos durante los disturbios por el aumento del precio de los alimentos y concretamente de la sémola -base del cus-cus-, en octubre de 1988, llevaron a Merbaj a la jefatura del Gobierno, de la que también fue destituido sin explicaciones por Benyedid en septiembre del año siguiente.

Desde entonces, Merbaj, bereber de nacimiento, se sumó a la oposición. "Con su muerte se mata una de las pocas esperanzas para que vuelva la paz a Argelia", declaró ayer el secretario del Movimiento Argelino por la Justicia y el Desarrollo (MAJD, palabra que en árabe significa gloria). Este partido fue creado por Merbaj, tras su ruptura en 1990 con el Frente de Liberación Nacional (FLN). Al frente del MAJD acudió, y obtuvo 67.000 votos, a las primeras elecciones democráticas de Argelia, en diciembre de 1991, cuyo proceso fue suspendido al ganar el integrista Frente de Salvación Nacional (FIS) la primera vuelta.

Hombre de carácter, no dudó entonces en tachar de "inconstitucional" al ACE. Su actividad en la "oposición democrática" ha tenido una fuerte repercusión, a pesar de la relativa insignificancia del MAJD.

En el comunicado hecho público por el MAJD se afirma que los asesinos de Merbaj son "profesionales aún no identificados", lo que apoya la tesis de que el asesinato no ha sido obra de integristas radicales.

Políticos, intelectuales, periodistas, miembros de las fuerzas de seguridad, de la policía y del Ejército y supuestos terroristas integristas pierden la vida a diario en una Argelia que marcha a pasos agigantados hacia una guerra civil. Merbaj insistió en que la situación es "explosiva" y requiere "acciones inmediatas".

El pasado sábado, el ACE destituyó al primer ministro Belaid Abdelasam, cuyo cargo pasó a ocupar Reda Malek, hasta entonces ministro de Exteriores. El asesinato de Merbaj complica el dificil encaje de bolillos que ha de hacer Malek a la hora de formar su Gobierno, para lo que se ha tomado una semana, si no quiere que la situación le estalle en las manos.

La 'sombra' de Bumedian

La identidad de Kasdi Merbaj fue guardada tan en secreto que sólo 16 años después de ejercer la dirección de la Seguridad Militar (SM), el todopoderoso servicio de contraespionaje argelino que también ejerció funciones de policía política, se supo que ese nombre se correspondía en realidad con Abdalá Jalef.£ El falso nombre lo adoptó al iniciarse en misiones de espionaje en el Ejército de Liberación Nacional, brazo armado del Frente de Liberación Nacional (FLN), que logró arrancar Argelia de sus colonizadores franceses, en 1962. Pero llegó a identificarse tanto con el nuevo apelativo que posteriormente lo adoptó en su vida pública.Fueron 30 años al frente de todo lo que olía a información reservada. Desde su puesto, anudó estrechas relaciones personales con Huari Bumedian, que en aquel año de la independencia era jefe de Estado Mayor y a partir de 1965 presidente de la república hasta su muerte en diciembre de 1978. De hecho, Merbaj tomó parte activa en el golpe de Estado que derrocó al primer presidente argelino, Ahmed Ben Bella, y colocó en su puesto a Bumedian.

Sin embargo, y a pesar de haber sido el autor de la fórmula de que el militar más antiguo en el grado más alto debía ser el sucesor de Bumedian -lo que llevó a Chadli Benyedid al poder-, las relaciones de Merbaj con el nuevo presidente fueron conflictivas. La sombra de Bumedian perdió de un plumazo en 1984 el puesto que le permitió conocer todas las entretelas del Estado y de la clase política. Se dice que contaba con informes minuciosos de centenares de personas e instituciones, lo que le convertía en un personaje temido y peligroso. Él lo sabía, como sabía también que sus enemigos se contaban por miles, no en vano estuvo al servicio de un régimen que no dudó en utilizar la tortura para consolidar el poder.

En 1991, cuando participaba en un acto político de oposición, una de sus presuntas antiguas víctimas mostró sus heridas y le llamó "asesino" a gritos. En marzo de 1992, un teniente del Ejército desequilibrado atentó contra su casa y mató al guardián. Desde entonces se han rumoreado diversos atentados contra Merbaj, cuya vida de secretos acabo de forma misteriosa. Nadie ha reivindicado su asesinato, cometido, según las primeras investigaciones, con armas israelíes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_