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Expertos en evaluación alertan del uso de técnicas medicas nuevas sin saber su impacto en la salud

La destrucción de cálculos renales sin bisturí provoca casos de hipertensión

Milagros Pérez Oliva

Azuzadas por el éxito de la litotricia renal, las clínicas españolas lanzaron a sus pacientes a la litotricia biliar anunciándola como la panacea para acabar con las piedras de la vesícula sin bisturí. La litotricia biliar está ya en desuso, y de aquella propaganda ya nadie se acuerda, salvo los pacientes que pasaron por ella sin resultado. Es un ejemplo del "profundo desconocimiento sobre el impacto real de las nuevas tecnologías médicas en la salud y el gasto sanitario% dice Alicia Granados, responsable de la Oficina Técnica de Evaluación de Tecnología Médica de Cataluña.

Cada día aparecen en los medios de comunicación nuevos tratamientos, nuevos descubrimientos, nuevas técnicas quirurgicas, que rápidamente generan eno9nes expectativas en la población. Aparecen ahora anuncios sobre las maravillas del láser Excimer para operar las miopías. La técnica se ha, generalizado ya en la medicina privada, cuando todavía es objeto de controversia en qué casos está indicada y cuáles son los efectos a largo plazo. -Y mientras algunos eminentes oftalmólogos advierten sobre los abusos en su aplicación, ya se anuncia un nuevo procedimiento para la hipermetropía."Muchas de estas tecnologias", afirma Alicia Granados, "se aplican sin haber sido suficientemente evaluadas, de modo que muchas veces se incurre en el riesgo de presuponen la nueva técnica un beneficio y un rigor, cuando- sólo tenemos datos de eficacia".

Granados, que también es miembro del comité directivo de la Sociedad Internacional de Evaluación de Tecnología para la Salud, destaca la necesidad de esta novedosa disciplina, la evaluación, en estos tiempos de vértigo: "El progreso médico es tan rápido que casi no da tiempo de asimilarlo. El trepidante desarrollo de las tecnologías genera gran incertidumbre, porque la información y la tecnología viajan muy rápido, pero el contexto sanitario no cambia tan deprisa".

El error del entusiasmo

"El entusiasmo que generan los primeros resultados espectaculares de una nueva tecnología puede ser tan peligroso como la propia falta de desarrollo tecnológico", afirma Alicia Granados. Algo así ocurrió con la litotricia. La técnica, desde luego, era revolucionaria, porque permitía extraer cálculos renales sin intervención quirúrgica. "Los expertos afirmaban categóricamente que era una técnica absolutamente inocua. Pero la comisión de evaluación del Reino Unido consideró que las evidencias científicas eran insuficientes, y decidió investigarlo. Diez años después, cuando ya casi hay instalados más aparatos de litotricia que cálculos por extraer, sabemos que el 8% de los enfermos tratados sufre una hipertensión arterial que requiere tratamiento de'por vida por lesión de la arteria re nal", concluye Granados.

Quizá muchos enfermos que se sometieron a la litotricia hubieran elegido otra opción de saber el riesgo de hipertensión En el caso de la litotricia biliar, apenas un 15% de los enfermos con piedras es tributario de esta técnica, pero a esa evidencia se ha llegado comprobando que muchos enfermos sufrían cólicos sucesivos.

Sin embargo, la extirpaciónde la vesícula por laparoscopia -introducción de una fina cánula por la que se absorbe la bolsa biliar- ha desplazado a la polémica sobre la litotricia, mientras se anuncia un nuevo método de disolución química de los cálculos sin necesidad de extirpar la vesícula. Todo ello en un abrir y cerrar de ojos.

A veces el problema no está en la técnica, sino en la aplicación. Y en este caso el problema no es que el paciente se con-vierta, en cierto modo, y de forma indirecta, en un conejillo de Indias. El problema es que el uso inapropiado de una tecnología le quita eficiencia, lo que significa que se gasta inútilmente el dinero. "Las nuevas técnicas son probadas en condiciones absolutamente idóneas. Pero la mayoría de las veces la práctica sanitaria no reproduce esas condiciones, y lo que en el estudio inicial eran buenos resultados, en la práctica a veces no lo son tanto", explica Granados.

Mala utilización

Un estudio sobre la oxigenoterapia domiciliaria efectuado en Cataluña ha revelado una mala utilización de esta técnica en casi el 10% de los pacientes.Los pacientes con obstrucción pulmonar crónica que precisan administración continuada de oxígeno para sobrevivir pueden abandonar ahora el hospital gracias a un aparato que les suministra oxígeno en casa el tiempo que lo necesitan, normalmente más de 12 horas diarias. Hecha la inspección, se comprobó que disponían del aparato pacientes que no lo necesitaban, y otros lo utilizaban menos tiempo del necesario. En junio de 1991, 3.910 pacientes catalanes tenían el aparato en casa. Tras su revisión, en junio de 1992 quedaron instalados 3.585 aparatos.

Más eficaces más seguras

"La duda es la mejor aliada del verdadero conocimiento". Con esta frase pretende resumir Alicia Granados, experta en evaluación, el espíritu que debe presidir la aplicación de las nuevas tecnologías médicas. No se trata de ninguna Inquisición contra el progreso médico.La evaluación no está en contra de las nuevas tecnologías. Todo lo contrario: "Está a favor de las técnicas y procedimientos que sean al mismo tiempo más eficaces, más seguros y más beneficiosos para la salud", -afirma. "Una sóla vez no es suficiente. Hay que demostrar la bondad de las técnicas en su aplicación concreta", añade Granados.

"Sólo Suecia, Francia y Gran Bretaña han desarrollado programas nacionales de evaluación en tecnología de la salud", afirma David Banta, del Centro para Tecnología Médica de Holanda. "Pero esta disciplina está implantandose en Europa. Algunos países, como España, proyectan desarrollar programas estatales. En Cataluña ya existe. Es urgente, constituir una red de información y coordinar la acción de los distintos países".

"La rapidez de los cambios tecnológicos y la creciente limitación de los recursos destinados a la salud hacen que la elección sea cada día más difícfl", explica Banta. "Por eso es necesario establecer sistemas de información y evaluación".

"Los responsables de la política sanitaria necesitamos discernir entre el entusiasmo que generan las nuevas tecnologías y su capacidad para mejorar la salud", afirma Xavier Trias, consejero catalán de Sanidad, quien advierte sobre los peligros "de que asuman los beneficios de la tecnología incluso de que hayan sido científicamente demostrados".

Estudios similares al de la 0 xi enoterapia han sido iniciados en Cataluña para evaluar el uso de la resonancia magnética, la aplicación de quimioterapia intensiva en el cáncer de mama y la cirugía ambulatoria. Incluso con técnicas más concretas, como la que acaba de anunciarse para prevenir las hemorragias en enfermos de cirrosis.

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