España duplicará en tres años el consumo de gas natural procedente de Noruega y de Argelia

España duplicará en tres años el consumo de gas natural, según los cálculos de la Empresa Nacional del Gas (Enagas), gracias a la conexión de la red española con la francesa -que desde el 1 de octubre permitirá la llegada del gas de Noruega- y a la construcción del gasoducto Magreb-Europa. Ésta obra, que en conjunto supondrá una inversión de 2.750 millones de dólares, unirá en 1996 el gigantesco yacimiento argelino de Hassi R'Mel con Marruecos, España y Portugal y, en un horizonte que se sitúa más allá del año 2000, atravesará los Pirineos para conectar también con la red francesa.

Las obras de conexión de la red gasista española con la francesa terminaron el pasado día 10 y el gas noruego empezará a fluir el 1 de octubre próximo, según el director general de Enagas, Luis Turier. La conexión ha supuesto para Enagas una inversión de 8.000 millones de pesetas en la construcción de un gasoducto de 145 kilómetros que une sus instalaciones de Calahorra (La Rioja) con el punto fronterizo de Larrau, en el pirineo navarro. A partir de allí, un gasoducto de 60 kilómetros construído por Gáz du Sud-ouest conecta con el gigantesco depósito natural francés de Lacq.En un principio España llegará a consumir por esta vía unos 2.000 millones de metros cúbicos al año, aunque el gasoducto tiene capacidad para transportar hasta 4.000 millones de metros cúbicos si en el futuro crece la demanda.

En 1996, cuando está previsto que finalicen las obras del gasoducto del Magreb, la oferta gasista aumentará a su vez en 4.000 millones de metros cúbicos adicionales al año.

En la actualidad España importa por barco 3.400 millones de metros cúbicos de gas natural procedente de Argelia y 2.000 millones de Libia. Otros 600 millones de metros cúbicos se producen en los yacimientos españoles de La Gaviota en Bermeo -un pozo que está ya en declive productivo- y del valle del Guadalquivir.

Luis Turier señala que tanto el gas natural noruego que llegará por el gasoducto del norte como el gas argelino que arribará por el gasoducto Magreb-Europa "son cantidades adicionales". Es decir, la oferta de gas natural en el mercado español pasará de los 6.000 millones de metros cúbicos anuales que hay ahora a 12.000 millones en 1996.

"Los nuevos gasoductos nos permiten diversificar nuestras fuentes de suministro, pero es fruto de una demanda adicional, no de una sustitución del gas procedente por barco del gas que llegue por conducto terrestre", matiza. Turier. "En este momento se está ampliando la demanda de gas natural en España a pesar de la crisis economía. La red española de gasoductos se está ampliando con los tramos Valencia-Orihuela y Córdoba-Jaén-Granada, y está en proyecto también la llegada de la red hasta Asturias y Galicia", añade.

El gas de Noruega se destinará principalmente a cubrir esta demanda adicional, tanto en la industria como en la distribución comercial doméstica señala Turier. El gas que entrará por el gasoducto magrebí, sin embargo, se destinará principalmente a las compañías eléctricas, con objeto de producir desde 1996 energía eléctrica equivalente a 1.000 megavatios y reducir así la dependencia del petróleo, afirma Antonio García Frejío, director de planificación de Enagas.