Amnistía pide a EE UU el fin de las ejecuciones

El Consejo Internacional de la organización humanitaria Amnistía Internacional (Al), que se reúne por primera vez en territorio norteamericano, en la ciudad de Boston, lanzó ayer un llamamiento al Gobierno federal y a los de los Estados para que pongan fin al creciente número de ejecuciones en el país. En particular, pidió que no se llevaran a cabo las ocho previstas en Tejas mediante inyección letal en las cuatro próximas semanas.El consejo aprobó una resolución en la que se afirma que "la pena de muerte sigue siendo la violación más básica de los derechos humanos, que priva a las personas de su derecho a la vida. No tiene cabida en ninguna sociedad, incluyendo a Estados Unidos, que pretende arrogarse el liderazgo moral y ético en la comunidad de naciones".

Veintitrés personas fueron ya ejecutadas este año en nueve Estados norteamericanos. Muchos temen que el récord de 31 ejecuciones en 1992 se vea superado, a este paso, antes del final del año en curso. En la actualidad, unos 2.700 presos se encuentran en los pabellones de la muerte.

Al hace un llamamiento especial, entre los ocho condenados en Tejas, respecto del caso de Gary Graham, condenado por haber cometido supuestamente un asesinato cuando tenía 17 años. Aparte de EE UU, sólo castigan con la pena capital a los delincuentes juveniles Bangladesh, Irak, Irán, Nigeria y Pakistán. Además, existen dudas serias de que Graham sea culpable.

El llamamiento de Amnistía se produce precisamente poco después de que el presidente Bill Clinton anunciara un plan global para luchar contra la criminalidad. Entre las medidas previstas figuran la ampliación del número de delitos a los que se aplica la pena de muerte, la limitación de procedimientos para apelar contra la sentencia y la reducción de plazos para imponer el castigo máximo.