Balladur propone disminuir la presión fiscal para reanimar el consumo

El primer ministro francés, Edouard Balladur, aseguró ayer, en el transcurso de una entrevista de la TV pública que el presupuesto de 1994, a presentar en septiembre, debería "reducir la presión fiscal sobre las clases medias". En este sentido, recordó que "sólo un 50% de los franceses pagan impuesto sobre la renta". "Nuestro sistema es muy complicado porque contempla 13 divisiones impositivas. Eso hay que simplificarlo. Las personas con un salario medio deben pagar menos" afirmó.Preguntado sobre si la decisión de rebajar impuestos había sido tomada de común acuerdo con Alemania con el objetivo de relanzar el consumo familiar, Balladur se limitó a constatar que les un error intentar construir una unión monetaria cuando se defienden políticas económicas divergentes". [El diario Le Monde había asegurado el día anterior que la medida del Gobierno francés se tomaría de forma concertada con Alemania].

El primer ministro se ratificó en sus prioridades: "Hay que luchar contra la inflación, luchar contra el déficit, asegurar el crecimiento y la estabilidad. La baja de los tipos de interés se dará, si se me permite la expresión, por añadidura" dijo.

El 27 de septiembre, Balladur y los llamados "agentes sociales" debetirán con el primer ministro galo su idea de "una ley quinquenal para el empleo". Sin duda se trata de proponer medidas que flexibilicen el mercado laboral, sobre todo disminuyendo las cargas sociales.

El problema del paro

Balladur ha querido subrayar sin embargo que no habrá medidas traumáticas: "No quiero que se destruya la protección social en este país, Es más, creo que debiéramos aumentarla, pero no es lógico que el crecimiento económico francés, cuando se produce, no se traduzca en creación de empleo. Hay que enfrentarse a este problema, no puede aceptarse una sociedad que fabrica marginados".[Las declaraciones de Balladur se produjeron el mismo día en que se conoció un agravamiento del paro en el segundo trimestre, con 100.000 desempleados más, que se añaden a los más de tres millones que existían hasta marzo.]

Balladur dijo "vivir el paro como una inquietud, no Colmo un fracaso" y confiar en que, mediado 1994, la situación cambie de signo. La "tormenta monetaria" la describió como fruto de "los excesos de la libertad" y recordó que él, aunque liberal, cree "que hay que someter la libertad a reglas" para evitar que la política económica de los países esté en manos "de los especuladores".