50 obras de Valdés, Leal se exponen en México
La muestra incluye las dos grandes series que el pintor realizó en Sevilla y Lima
México abrió ayer, hasta el 5 de diciembre, una exposición con medio centenar de obras del pintor sevillano Valdés Leal, que,aunque nunca viajó a América, sí influyó en la pintura colonial mexicana. La exposición mostrará -juntas por primera vez en más de 300 años- las dos grandes series que hoy reparten entre España y América su trabajo sobre san Ignacio de Loyola: la del Museo de Bellas Artes de Sevilla y la de la iglesia de San Pedro de Lima.
Valdés Leal (1622-1690) fue objeto -primero en Sevilla y luego en Madrid-, hace casi tres años, de una magna exposición con motivo del tercer centenario de su muerte. Sin embargo, en aquella muestra, la mayor que se ha hecho sobre este maestro del barroco' faltaba su segunda serie sobre la vida de san Ignacio, encargada por los jesuitas de Perú, 10 años después de haber terminado la primera para el claustro de la casa profesa de la Compañía de Jesús en Sevilla.El pintor, que había tardado nueve años en acabar su primer encargo (10 cuadros), concluyó la serie americana (ocho y dos agregados) en sus talleres sevillanos en sólo dos, con la diferencia de que las dimensiones gigantes de su trabajo para Perú contrastan con el reducido tamaño de su obra andaluza, hecho que se explica por el poderío económico de aquel virreinato colonial.
La exposición, organizada por la Fundación Cultural Televisa, se instalará en el Centro Cultural de Arte Contemporáneo de la capital de México y reunirá medio centenar de obras del pintor, la mayoría procedentes del Museo de Bellas Artes de Sevilla, otros museos de España, Francia, Estados Unidos y Reino Unido, iglesias y conventos andaluces y colecciones privadas.
Pese a estar centrada en Valdés Leal y en su impórtancia dentro del barroco. sevillano, la muestra pretende desvelar su influencia en la pintura colonial mexicana, y especialmente en pintores casi contemporáneos de la Nueva España, como Juan Correa y Cristóbal de Villalpando, y que siguen el estilo de Valdés Leal al descuidar el terminado de las figuras para centrarse en la expresividad.
