Nuria Espert monta en Japón 'Contradanza' con un actor de kabuki

Nuria Espert estrenó anoche la obra del autor valenciano Francisco Ors Contradanza, con uno de los más famosos actores del teatro tradicional japonés en el papel protagonista: Tamasaburo Bando. Risas y lágrimas del público, en los momentos apropiados dieron testimonio no sólo del acierto de la directora en comunicar con el público nipón, sino también de la universalidad de una obra magistral, que sobrevive la traducción a un idioma diametralmente opuesto.

Contradanza recrea la hipótesis de que la reina Isabel I de Inglaterra nació varón y que su madre, Ana Bolena, le educó como mujer para protegerlo de las intrigas que plagaban la corte de Enrique VIII y que le hubieran costado la vida.Para protagonizar la historia de un personaje gótico torturado por el secreto de su naturaleza masculina y obligado a ser mujer para conservar las apariencias y el trono, Nuria Espert escogió a Tamasaburo Bando, un actor que pertenece al género onnagata -especialistas del teatro tradicional japonés educados desde su infancia para interpretar mujeres en el escenario-.

Bando, considerado por algunos críticos locales como el más grande onnagata de todos los tiempos, es tal vez el único actor del kabuki que deja de cuando en cuándo los pesados quimonos y el denso maquillaje para interpretar personajes masculinos y, más insólito aún, occidentales.

Acostumbrado a representar etéreas cortesanas del medievo japonés en kabuki, Bando crea en Contradanza un personaje lleno de contradicciones y coraje que afronta el reto de desvelar su verdadera naturaleza a riesgo de perder el amor de su vida.

La idea, de encomendar el papel del Isabel I al famoso actor japonés surgió en 1990 cuando, una noche después de sus ensayos para La casa de Bernarda Alba, Nuria Espert fue a ver una obra protagonizada por Bando.

Una reina varón

La densidad y la exquisitez con las que el actor japonés interpretaba un papel femenino hasta hacer desaparecer la connotación grotesta (el travestismo) que tiene la personificación de mujeres en Occidente, convencieron a la directora de que estaba frente a una categoría nueva de actor y que algún día tendría que trabajar con él.Nuria Espert buscó entonces en el repertorio de autores españoles una obra que se ajustara a un actor fuera de serie, y en una conversación familiar salió Contradanza, un texto para el cual Francisco Ors siempre ha exigido un hombre para el papel de la reina.

La obra, llena de ironía, intigras palaciegas, personajes víctimas del ansia de poder y una gran crítica a las convenciones sociales contra el amor homosexual, está estructurada con un gran dominio de la técnica teatral.

Aunque para Ors el discurso homosexual en esta obra no es prioritario, su decisión inapelable de que el protagonista sólo podía ser un hombre determinó que su texto tuviera una sufrida trayectoria hasta su estreno en Madrid en 1983 bajo la dirección de José Tamayo.

Contradanza abre la temporada del Teatro Ginza Saison de la capital japonesa y es la segunda producción que Nuria Espert lleva a cabo en este país, ya que en el año 1990 montó La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, también con un elenco de intérpretes japoneses.