Pánico en las ex repúblicas soviéticas
La decisión del Banco Central ruso de invalidar todos los rublos anteriores a 1993 causó auténtico pánico, antes de la rectificación de ayer de Yeltsin, en las diez ex repúblicas soviéticas que no han introducido hasta ahora plenamente su propia moneda.Tan sólo los tres Estados bálticos -Estonia, Letonia y Lituania- y Kirguizistán, que tienen ya sus propias unidades monetarias, pudieron ayer reducir el efecto de la medida del Banco Central de Rusia a oscilaciones en la cotización del rublo. El resto de las 15 repúblicas ex soviéticas se vio confrontado brutalmente a la decisión de seguir en la zona del rublo o dejarla cuanto antes.
Las diferentes respuestas revelaron fisuras internas en Georgia y Moldavia. El Gobierno georgiano estableció los cupones como único medio de pago, pero la república de Abjazia, dependiente de Georgia, anunció que cambiaría los rublos viejos por los nuevos de acuerdo con los criterios de la Federación Rusa.
Moldavia decidió acelerar la introducción de su propia divisa, pero la zona secesionista del Transdniéster quiere quedarse con los rublos soviéticos. Azerbaiyán aceleró ayer la introducción del manat y Turkinenistán anunció oficialmente que en octubre introducirá su unidad monetaria: el monat.
Ucrania, que prepara la grivna y utiliza el karvovanets (cupón) como moneda de transición, ha considerado que Rusia actuó de forma poco amistosa, al no informar a Kiev de sus intenciones. Kazajstán, que ha decidido quedarse en la zona del rublo, no podía siquiera acatar la voluntad de Moscú, ya que no tenía rublos nuevos.
Armenia, que seguirá utilizando los viejos rublos, considera que Rusia transgredió los acuerdos de la Comunidad de Estados Independientes, al no informar con anticipación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.